No sé, tengo para
mí que esto de poner al santo marqués siempre junto a la Sagrada Familia, o
peor aún, delante de la Trinidad, es como muy ¿cómo lo digo? pues como muy
pretencioso y muy lleno de arrogancia. Veo imágenes como ésta
y rápidamente me
acuerdo del pasaje del fariseo y el publicano, éste no se atrevía ni a levantar
los ojos, el otro daba gracias por lo grande que era, igualito que Escrivá, que
lleva un alba de encaje con fondo rojo -para que quede bien claro que él no era
un sacerdote de a pié ni común ni mucho menos corriente- y una rica capa
pluvial ¡ay qué cosas!, cuando los santos han dejado todo y se han abajado para
parecerse a Cristo ¡el santo marqués hace todo lo contrario!... en fin.
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