Finalmente, el
Papa Francisco ha aceptado la dimisión del obispo alemán de Limburg, Franz
Peter Tebartz van Elst, después que éste la hubiera presentado el pasado
Octubre motivada por el escándalo del enorme gasto realizado en la remodelación
de su sede episcopal y residencia personal.
Esta es la
invitación a la celebración del décimo aniversario de la canonización de
Escriba en Octubre del 2012. Eran buenos tiempos, tan sólo hace año y medio. De
este evento hay un amplio resumen en
la web alemana del Opus, por si alguien
quiere leerla o conservarla, pues me temo que no va a durar mucho
colgada en ese sitio. El obispo se arrimó demasiado a la Prelatura única y eso
es sospechoso.
El celo de
la Santa Sede en este asunto ha sido ejemplar, pero no quisiera pensar que las
cosas se queden ahí, que sea una excepción a la regla. Hay que seguir
denunciando y poniendo focos a todos los manirrotos económicos y en especial a
los que el Opus Dei está acostumbrado a hacer por creerse incontrolables,
impunes e intocables.
Sin ir más
lejos y para poner un ejemplo de los miles que hay, está el proyecto Saxum. Se
sabe que, en realidad, no estará destinado a los fines por los cuales el
Vaticano les regaló el terreno. Hay que ver los tremendos esfuerzos que están
exigiendo a sus fieles para que hagan derramas extraordinarias para cubrir el
inmenso presupuesto. Hacen y harán lo que haga falta, si es preciso saltarse la
ley, pura rutina. Para muestra un botón: están
comercializando un vino tinto, elaborado en el Penedés, con la marca Saxum y en
la misma etiqueta pone “Reserva 1914”. O sea, el centenario de la muerte de Del
Portillo como añada del caldo: un fraude en toda regla. El elaborador reconoce
que los beneficios de esta iniciativa irán para financiar la mencionada
construcción en Tierra Santa.
Y como dijo
ese día el prelado germano "caído" en su homilía en la catedral de
Frankfurt acerca del fundador: “Un ejemplo de Santidad de vida
inspirada para triunfar”. Yo añado: ¡y a cualquier precio! Además de llenar
su boca de términos como: fuente de salvación, conversión, sufrimiento, cruz,
amor, etc. Todo un gran admirador del santo de Barbastro. También imitador,
digo.
Manzano