Estoy de vacaciones en casa de unas amigas de Barcelona desde hace unos días y, entre otras actividades, hemos visitado la exposición de CaixaForum La belleza cautiva. Pequeños tesoros del Museo del Prado (del 16 de julio de 2014 al 5 de enero de 2015), en que se exhibe el cuadro de Jerónimo Bosch, más conocido como el Bosco, Extracción de la piedra de la locura (circa 1490). Me acordé enseguida del libro de E.B.E. El Opus Dei como revelación divina (2012) porque incluye el famoso cuadro como ilustración en el dorso y en la página 4.

“Extracción de la piedra de la locura”

También se da la circunstancia de que el director de La Vanguardia, Màrius Carol, en su editorial del viernes 25 de julio de 2014 (página 2), se sirve de esa pintura del Bosco para comentar las locuras que se manifiestan en los desagradables avatares bélicos de las últimas semanas en el mundo y que están causando tantas y tantas víctimas injustas. Me permito reproducir algunos párrafos de ese editorial que leo desde los intereses y reivindicaciones de Opuslibros: no sólo hay locuras en los gobernantes de la sociedad civil; falta mucha sensatez en los jerarcas eclesiásticos. Leamos a Màrius Carol:

Uno de los cuadros más inquietantes de la magnífica muestra Petits tresors del Museo del Prado, que puede verse en CaixaForum, es el titulado Extracción de la piedra de la locura, del Bosco. Se trata de una tabla de finales del siglo XV donde el artista reprodujo la operación para extraer la piedra de la locura ante un paisaje de los Países Bajos. En el óleo puede verse a un presunto cirujano con un embudo invertido en la cabeza, alusivo a la demencia, extirpando algo (podría ser un tulipán lacustre) de la testa del paciente. A su lado se aprecia un anciano con un jarrón en la mano, posiblemente para calmar el dolor con alguna pócima, en presencia de una mujer que contempla absorta la operación con un libro sobre la cabeza, refiriéndose al peso de la ciencia. Al parecer, el cuadro ilustraba un proverbio flamenco que dice: “Las cosas van mal cuando el sabio va a operarse de la locura a casa de los locos”.

[…] uno podría pensar que la metáfora pictórica del Bosco resulta igualmente válida en nuestros días […] El planeta está lleno de gentes con la piedra de la locura insertada en el cerebro, que ponen de manifiesto que el mundo actual no es precisamente un lugar civilizado. El Bosco quiso moralizar a las gentes de su tiempo con sus obras, pero no parece que le hicieran mucho caso.

Estos comentarios pueden aplicarse no sólo a las guerras, sino también a las torpezas que se cometen en la vida eclesiástica y que causan tanto daño absurdo a muchos creyentes. El Opus Dei es, entre otros, un caso representativo, como bien sabemos por experiencia personal.

Giovanna Reale