Sueño de una carta de Verano.- Kdos
Fecha Monday, 18 August 2014
Tema 060. Libertad, coacción, control


Queridos que Jesús os guarde el alma que ya la obra os guarda el capital.

Estoy descansando del pesado trabajo de decidir sobre las vidas y haciendas de los miembros de la Prelatura cuando han llegado a mis oídos la petición de pagarle una jubilación a Antonio E.  Puedo decir que Antonio, un ex hermano vuestro, fue en los largos años que dedicó su juventud y madurez un buen hombre. Es ingeniero, habla cinco idiomas y tiene dos carreras. También obedeció la orden directa de hacerse cura. Después de muchos años se marchó de la obra y ahora pretende cobrar por los años que trabajó única y exclusivamente para nosotros. También he de decir que la legislación española obliga a las Órdenes Religiosas a cotizar por sus miembros pero esto presenta dos graves problemas, a mi juicio:

A. Cuesta un ojo de la cara.

B. A la gente de cierta edad, después de trabajar toda una vida le quedaría una pensión, pequeña pero pensión al fin y al cabo, que les llevaría a tener cierta estabilidad económica.

He meditado mucho el asunto y con respecto al problema A he llegado a la siguiente conclusión:
No podemos renunciar al tesoro de la obra que es nuestro amado capital. Comprendedlo. El mundo funciona con dinero. La canonización de nuestro santo fundador costó una fortuna. Ahora tenemos que hacer santo a don Álvaro y luego habrá que volver a empezar con mi propia canonización. Respecto a la mía, ya os adelanto que tengo elegida la fotografía perfecta y que todo saldrá precioso (en primavera, para que no llueva) según mi santa voluntad. El caso es que no os podéis hacer idea de lo caro que sale hacerte santo. Por eso necesito tanto dinero. Por eso ni hablar de pagar lo que corresponde por trabajar en tareas internas.

Ahora el problema B. Esto es más peliagudo, si cabe. Está demostrado que los miembros cuando tienen un colchón económico se marchan de la obra. Luego no queda otra. Os quedáis sí o sí. Alguien dirá que entonces sois prisioneros. Bueno, os recuerdo que esto era un ejército y a veces, la única manera que los soldados obedezcan es obligarlos. ¿Padre, y si nos denuncian en los tribunales? Hijos, todo está previsto. Nosotros siempre hemos pagado las cotizaciones e impuestos en cada país. Sólo tenéis que mirar las nóminas que no os entregamos. De hecho, tenéis, como dice un buen amigo mío, menos papeles que una liebre, pero esto es serio y es bueno para obra de manera que no podéis justificar nada delante de un tribunal. Sin pruebas no hay delito. Recordadlo.

Resumiendo, cualquiera que pida pensión ya sabe la respuesta: Roma dice que no.

Bueno que descanséis y disfrutéis de verano.
Vuestro padrasto
Xavi

Postdata: Pregunté sobre mandaros esta carta. El Consejo me lo desaconsejaba y la Asesoría se opuso. No se puede hablar claro a unos niños de pecho, decían. Sí, pero luego crecen y te piden pensiones, así que me da igual. La carta se envía. Aquí mando yo y punto pelota.









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=22516