Leo la polémica que se ha levantado y que salta de allá para acá y quiero aclarar algo. Sé perfectamente que no hay leyes civiles que apoyen mi propuesta. Es decir, mi petición está fuera de la justicia legal. Ese es precisamente el problema y el artículo de El Mundo lo señala eficazmente al denominarlo “Limbo” (El limbo laboral del Opus Dei), no hay una posibilidad legal de reclamar derechos laborales para quien ha trabajado en labores internas en la Obra. Los derechos laborales (en cuanto derechos humanos) de quienes trabajan en labores internas no están protegidos. Esta es la injusticia y esto es lo que yo intento cambiar haciendo pública mi petición.

En vez de seguir la línea de una petición ante los tribunales, en los que solo puedo conseguir que se reconozcan mis años como sacerdote, he seguido la línea de una petición pública para conseguir cambiar la situación. Esto no es solo para mí sino también para todos aquellos que trabajan en labores internas y se encuentran en la misma situación.

Existe una organización católica, la Prelatura Opus Dei, que actúa en un “limbo legal” sin rendir cuentas ante nadie, sin cumplir los derechos humanos laborales que para los demás trabajadores están garantizados por ley en el Estado en el que viven. Y nosotros se lo permitimos al no buscar y apoyar los cambios necesarios para lograr que cumplan sus obligaciones. Es decir, os pido que me ayudéis a cambiar la situación actual. Son derechos que no se refieren en directo a la fe católica, se refieren al hecho de ser personas y a las necesidades que éstas tienen, y que están condensados en los derechos humanos, derechos que la Iglesia acepta como aplicación del derecho natural en PACEM IN TERRIS de Juan XXIII, luego ya ha llovido para hacer las oportunas aplicaciones legales.

En el resto de organizaciones de la Iglesia, y conozco ejemplos concretos, se actúa de forma radicalmente diferente. Primero se cotiza por TODAS las personas (no solo los sacerdotes). Segundo, se busca un trabajo que ayude a paliar la carencia de patrimonio de la persona que ha entregado todas sus nóminas a la organización. Tercero, se tienen garantizados los demás derechos laborales (no solo la pensión de jubilación). Es decir se arbitran medios para que la persona pueda salir adelante económicamente. Los religiosos se integraron en la Seguridad Social desde comienzos de los 80.

De todo esto no hay nada en la Obra para los trabajos internos. Para los sacerdotes hay la cotización a la seguridad social para la pensión desde el año 2007, antes nada. Esto porque han sido obligados por los diversos acuerdos y especialmente al constituirse en Prelatura y tener que funcionar como las diócesis. Quienes trabajan en labores internas quedan fuera por ser formalmente laicos y no ser obligados por la legislación eclesiástica y la Obra no ha buscado una solución para ellos. Efectivamente la Obra está en un LIMBO legal parcialmente maquillado con los sacerdotes desde el 2007.

Esto es evidentemente una causa justa, sin reconocimiento legal, y es precisamente para ese reconocimiento para el que pido el apoyo de todos los que leéis Opuslibros. Es una causa de las muchas que han originado el surgimiento de la web. Es decir, para conseguir sacar adelante mi petición, he contado implícitamente con la sensibilidad de todas las personas que podían entender la causa, evidentemente entre los primeros apoyos con los lectores de Opuslibros. Es muy posible que con vuestro apoyo, vuestra difusión del tema, vuestra eficaz defensa de su justicia, pueda sacarla adelante. Me resulta bastante claro que sin vuestro apoyo voy a tener muchas más dificultades porque la gente no entiende con facilidad la situación que se produce dentro de la Obra. Os agradezco por tanto explícitamente todo lo que hagáis para difundirla y hacerla llegar a más gente, especialmente a todos aquellos que puedan entenderla y difundirla, llegar a los medios de comunicación, y apoyarla económicamente.

Antonio Esquivias