Sorprendente respuesta de Rafael Larreina a Carmen Charo.- Josef Knecht
Fecha Monday, 08 September 2014
Tema 070. Costumbres y Praxis


He consultado el foro de Internet osoigo.com y he encontrado la respuesta del político Rafael Larreina, diputado por Guipúzcoa y militante del partido Amaiur, a la pregunta de Carmen Charo sobre la petición de Antonio Esquivias. Su respuesta, del 30.08.2014, dice así:

No conozco esa petición, pero me informaré sobre ella. Lo que conozco es mi realidad y es que ser socio o formar parte de organizaciones religiosas, culturales o deportivas, no significa tener una relacion laboral ya que colaborar en el desarrollo de sus fines se realiza en régimen de voluntariado. Yo así lo he hecho siempre en todas de las que he formado parte o formo parte en la actualidad...



En cualquier caso, como ya le respondí en otra pregunta anterior, en todas las entidades, organizaciones, asociaciones culturales, ONGs etc., de las que he formado parte o participado, he defendido que al margen de quienes desarrollan labores de voluntariado, las personas que desarrollan un trabajo profesional tienen que ver respetados sus derechos laborales y por tanto deben tener contrato legal y cumplir con todos los requisitos legales de cotización etc. Y no me consta que en ninguna de ellas no sea esto así.

Vivir para ver. No salgo de mi asombro. Y ese señor es todo un político de gran renombre, defensor de la justicia social a partir de su ideología socialdemócrata. A la vista del propio testimonio de Larreina, compruebo que no andaba desencaminado en mi escrito sobre La doble vara de medir en el Opus Dei (1.09.2014). El político Larreina, en sus declaraciones dirigidas a la gente de “fuera” de la prelatura, dice que en todas las entidades, organizaciones, asociaciones culturales, ONGs etc., de las que he formado parte o participado, he defendido que al margen de quienes desarrollan labores de voluntariado, las personas que desarrollan un trabajo profesional tienen que ver respetados sus derechos laborales y por tanto deben tener contrato legal y cumplir con todos los requisitos legales de cotización etc. Y no me consta que en ninguna de ellas no sea así. En cambio, “dentro” de la Obra de Escrivá, el mismo Larreina sabe de sobra, porque no tiene un pelo de tonto, que hasta el año 2007 los sacerdotes de la prelatura, como fue el caso de Antonio Esquivias, ni tenían contrato laboral ni cotizaban a la Seguridad Social desde que se incardinaban.

 

Eso sí es tener una psicología a modo de Jano (“fuera”/“dentro”) perfectamente testimoniada por el propio Larreina: Y no me consta que en ninguna de ellas no sea así, afirma dirigiéndose a la gente de “fuera” del Opus. Un político de su categoría y experiencia, a la vez miembro numerario del Opus desde su juventud, debería saber que sólo desde el 1 de enero de 2007 el Opus Dei comenzó a cotizar a la Seguridad Social por sus sacerdotes, según informó El mundo el 12.08.2014 en un artículo titulado El limbo laboral del Opus Dei. Por tanto, muchos años ha vivido el señor Larreina “dentro” de la Obra de Escrivá consintiendo con esa vergonzosa injusticia, incompatible con el ideario socialdemócrata.

 

Por otra parte, supongo que el señor Larreina es lo suficientemente serio e inteligente como para saber que el trabajo ministerial de un sacerdote, el trabajo profesional de una numeraria auxiliar y la dedicación plena de no pocos numerarios/as a las labores internas del Opus no consisten, en palabras de Larreina, en colaborar en el desarrollo de sus fines en régimen de voluntariado. A mí jamás se me hubiera ocurrido decir que un diputado por Guipúzcoa desarrolla una labor de voluntariado por su colaboración con los fines de un partido político o por su servicio a la sociedad; ser diputado es un trabajo profesional como el de una numeraria auxiliar, y los dos llevan consigo una relación laboral. Además, dicho sea de paso, tampoco es una mera labor de voluntariado vivir la entrega como numerario de la Obra de Escrivá (admisión, oblación y fidelidad) ni como, por poner otro ejemplo, la vocación de religioso (postulantado, noviciado y juniorado), pero este es otro tema del que habría que hablar aparte.

 

En resumen, mientras en su actividad política ejercida “fuera” del Opus defiende los derechos humanos –incluidos los de los presos de ETA–, el señor Larreina ha hecho durante muchos años la vista gorda contemporizando con una injusta realidad vivida “dentro” de la Obra de Escrivá: los sacerdotes de la prelatura personal y las numerarias auxiliares, que mantienen con él una relación mucho más directa y personal que los presos de ETA, han trabajado –y han trabajado para su servicio– largo tiempo sin ver respetados sus derechos laborales. He aquí un buen ejemplo de un católico afectado por la psicología a modo de Jano (“fuera”/“dentro”), la cual en mi opinión debería erradicarse de las instituciones de la Iglesia Católica.

 

Josef Knecht

 

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