Queridos Manzano y todos (orejas e infiltrados).

Manzano, en relación a mi escrito (“Para Manzano, Josef Knecht y Antonio Esquivias”. 13 octubre 2014) me obligas  a contestarte (“El Sínodo y los carcas”. 15 octubre 2014) y a perder -o a dedicar, que es mucho más fino y delicado- unos minutos escribiendo esto, en vez de invertirlos en leer los artículos que hay aquí, con mucha más enjundia y mayor interés. Además, he de decirte que estas polémicas tan chungas, estériles y… no me molan nada. Y ya, de entrada, pido perdón a los orejas por aburriros con estas disquisiciones...

Hay que partir de un hecho innegable. Polemizar, debatir, discutir… por escrito es mucho más complicado que hacerlo verbalmente. Por escrito es mucho más fácil caer en el error de creer que el “otro” es así y asá, dejar volar a la imaginación, colgarle una etiqueta y, venga, a arrear estopa… (no digo lo de “leña al mono, que es de goma” porque se dice mucho en la Opus, aunque es una frase muy castiza; “¡mucho ánimo!” sí que es genuinamente de la Opus).

Ya me mosquea un poco (cantidá) que en tus dos primeras líneas te dirijas a mí con términos como “amadísimo”, “querido”… Cuando lo he leído, me he dicho: “unonuevo, ponte la chichonera que er Manzano te va a arrear un par de collejas”. Y efectiviwonder, no me he equivocao.

A continuación, dices, textualmente: “Me hago cargo de tu situación, es comprensible que un auto-declarado ‘ex-nume’ casado con una ‘super’ le salga la vena doctrinaria a la primera oportunidad, dispuesto siempre a salvar a la Iglesia de alguna manera, o sea, a la manera opusina. Algo similar nos pasó a casi todos hasta que finalmente lo superamos. Más difícil lo tienen los que mantienen algún contacto por diversas circunstancias y siguen respirando ambientes afines”. Me colocas varias etiquetas prefabricadas. Yo me pregunto: ¿de dónde te sacas que ex-nume casado con una super = vena doctrinaria? Me temo que ese falso y desafortunado silogismo pueda molestar a algunos que leen esta web y que están en la misma situación que yo (o al revés, ex-numeraria casada con supernumerata). ¿De dónde coño te sacas que yo quiero salvar a la Iglesia? (puff, que tontería, perdón, dejémoslo en que frivolité). Y tengo que aclararte -sinceramente, no sé por qué tengo que darte explicaciones- que yo no tengo que superar nada por mi salida de la Obra, porque no fue especialmente traumática, aunque tuve que derrochar bastante paciencia (ya lo conté aquí), no odio a la Opus y me considero un tío bastante equilibrado y tranqui. Sigues elucubrando, imaginando, colgando etiquetas… pero te informo de que no mantengo “contacto por diversas circunstancias”, ni sigo “respirando ambientes afines”, a menos que tu afirmación sea porque mi mujer es super, pero… paso de comentarlo.

Luego dices que me “ahorre los sermones” (¿¿¿???), que me “lees por caridad” (por caridad, no me leas ni por caridad), etc.

Pero, al grano, y entrando en el meeeeeolloooooo... No es cierto, ni de coña, que yo afirme que católico practicante es igual a carca. ¿Cómo has podido deducir eso de mi escrito? Lo que defiendes en tu artículo -creo que así lo entienden todos los que lo han leído- es que das por bueno, moralmente hablando, que una familiar directa tuya ha convivido con un gachó durante un año. Y parece, sólo parece o se deduce de tu escrito, que el que no apruebe tu error es una carca. Por eso te dije que aceptaba que me llamaras carca -si te hace feliz…- y que tú eres un modennno. Esto es así y no tiene vuelta de hoja: tú cree y defiende lo que quieras -¡libertad!, faltaría plus- y yo me reafirmo en que esa situación de que una pareja conviva antes del matrimonio no es “una buena noticia” como tú nos intentas hacer creer o imponer.

Y ya, a continuación, te desmelenas y dices que para ser más didáctico y para que yo te entienda, vas a poner unos ejemplos. Y ¡hala!, te embalas y para “aclararlo” y para que lo entendamos (los orejas y yo) citas a San Escrivá, hablas de no sé qué le oíste a un cura numerario sobre las opiniones de Escrivá sobre el Vaticano II y dices que “si no es verdad presenta tú mismo (o sea yo, unonuevo) una reclamación al opus por amparar y proteger a curas mentirosos” (¡gluppp!), citas el caso del “obispo venido a menos” Livieres, a Marcial Maciel, etc., etc., y afirmas: “En resumen: carcas son pues los que no quieren ponerse al día y eso es lo que digo ahora y lo quise entonces decir. Ser Católico practicante no es incompatible con querer ponerse al día. A menos que tú digas lo contrario, ser católico no equivale a ser retrógrado. Aunque te daré por válido que hay católicos que son extremadamente retrógrados”. A mí, ¡qué quieres que te diga!, tu “resumen” me parece un galimatías indescifrable, que mezcla churras con merinas, que no aclara, sino que confunde, todavía más, lo que intentas defender o exponer y… sigo pensando -el meeeeeolloooooo- que convivir en pareja antes del matrimonio no es de recibo.

El despiporre, el paroxismo… es cuando vas y me preguntas, directamente, y sin cortarte un pelo: “¿Dirías que el Papa Francisco es un católico practicante?” Y que si yo, refiriéndote al Papa Francisco, ¿”Le vas a quitar la legitimidad de convocar un sínodo sólo porque es o debería ser un católico practicante? Pero, ¿qué te pasa?, campeón… Como dicen los catalanes “esto te lo has de mirar”. Por la misma “caridad que tienes al leer mis escritos” paso de contestarte a estas curiosas elucubraciones, que nada tienen que ver, ni se pueden deducir, de lo que yo escribí. Añades: “no te preocupes, cuando estés recuperado de la resaca opusina -lleva su tiempo- lo tendrás más claro”. Es curioso, porque el único adjetivo, que no es ni positivo ni negativo, que digo de ti en mi escrito es que eres un “modennno”. Y tú me dedicas piropos como éste de la “resaca opusina”, que “tengo una vena doctrinaria”, que “me ahorre los sermones”, que “evite ofensas involuntarias a terceros”, que… Joder, cómo te pones. No sigas…Tranqui, que te va a dar algo.

Pero tú párrafo final me ha emocionado hasta las cachas, me ha conmovido profundamente, porque es poético, con un toque melifluo, pero atisbo que profundamente sincero, emocionante, muy sensible, sublime… y, la verdad, no sé si voy a ser capaz de conciliar el sueño esta noche (ya son las 01,30 horas de la madrugá y yo contestándote…): “Por último, acércate a las parroquias, observa a los jóvenes normales, católicos practicantes y sin carnet institucional alguno. Comprobarás que hay multitud que, como Piluca y su novio, participan activamente de los movimientos, cantan en sus coros, ayudan a los necesitados, rezan, dan catequesis, están comprometidos con su fe y no tienen ningún problema con la doctrina moral. Sienten la alegría de saberse hijos de Dios, saben lo que es amar desinteresadamente y sólo les interesa vivir como auténticos cristianos siguiendo al único maestro, Jesucristo. Y esto Francisco lo sabe, los carcas no”. Gracias, de verdad, pero ya me acerco a las parroquias -frecuento en concreto tres, de distintos barrios de los Madriles, según el horario que me pille- y observaré, con todo cariño, a “tus” jóvenes… pero si defienden que convivir en pareja antes del matrimonio es moralmente adecuado…, ya sabes lo que pienso, que es exactamente lo mismo que dictamina la Iglesia. ¡Ah! y si opinan de ese modo, que recen, canten… pero ¡que no den catequesis! Un poquito de por favó.

Reitero lo que dije al principio: estoy seguro de que si habláramos personalmente, libando unas birras bien tiradas si fuera antes de comer o un par de pelotazos si nos viéramos por la noche, aclararíamos conceptos; no tengo la menor duda. Pero por escrito es mucho más complicado. En lo que a mí respecta, nunca mais: no volveré a opinar, ni a contestar, ninguno de tus escritos. No estoy picao, ni mucho menos. Y, además, te lo digo zin acritú y de verdad, con buen rollito.

Reitero mis disculpas a los lectores por estos rifi-rafes sin sentido.

Buen finde y un fuerte abrazo a Manzano y a todos (orejas e infiltrados).

unonuevo