Monseñor Romero.- Dionisio.
Fecha Monday, 27 October 2014
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Queridos amigos:

Leyendo a Ramón (20-10-2014) me he acordado que una vez escuché a un sacerdote numerario que había vivido en El Salvador y había tenido trato con Mons. Romero hacer algunos comentarios sobre él. Lamentablemente soy incapaz de reproducirlos literalmente, pero los conceptos los tengo muy claros...



1. Romero había ido algunas veces a los días de retiro mensual que organizaba el lado oscuro para los curas. 2. Era un buen hombre, de una buena familia, pero con cierta inestabilidad psicológica que no quedó bien precisada. 3. Finalmente el hombre quedó atrapado en el conflicto político.

Yo creo que esto confirma modestamente la aportación mucho detallada, rica y contundente que hizo Ramón. Es evidente que cuando Romero era un símbolo de la izquierda el lado oscuro no dijo ni pío. En cambio, cuando parece que finalmente se le va a hacer algo de justicia, allí están estos conocidos nuestros para ver si pueden ponerse alguna medalla o, al menos, salir en la foto.

Ahora quiero contar algo que me ha dejado tocado. Desde que Pampa, Chemabala y Ramón tocaron el tema me quedé con una cierta inquietud por saber algo más. Caí en la cuenta de que tengo una amiga salvadoreña que vive en los USA donde llegó hace un montón de años, cuando tenía apenas 14 y escondida en el doble fondo de un camión. Ahora es una ciudadana americana, muy orgullosa de serlo, que dice que prefiere ser pobre en los Estados Unidos que rica en El Salvador.

Pues el jueves pasado cuando la vi, le pregunté por Romero, por la guerra en El Salvador y cualquier cosa que me pudiera decir, aunque imaginaba que sería poco ya que estas cosas pasaron cuando ella era una niña. Ella recordaba como asesinaron al obispo por decir la verdad sobre los crímenes que se estaban cometiendo contra la gente más pobre. Me dijo que Romero había sido una persona de una familia rica e influyente, que siempre había sido un religioso normal, pero que parece que cuando se dio cuenta de las barbaridades que se estaban haciendo el hombre explotó y por eso lo mataron.

Luego me contó cosas terribles sobre la guerra, como por ejemplo que a su pueblo iba de vez en cuando un helicóptero a ametrallarlos desde el aire. Me contó que un cacique que ella conocía de la zona había formado el llamado escuadrón de la muerte que se dedicaba a aterrorizar a la gente. Me contó que su familia era muy pobre, tanto que ni siquiera tenían luz eléctrica y se alumbraban con un candil. Recordó que una noche llegaron a su casa los del escuadrón de la muerte, enmascarados, pero se dieron cuenta que eran gente de la zona. Reunieron a toda la familia y preguntaron por su hermana mayor. Allí mismo, a ella que tenía apenas 14 años la manosearon como les dio la gana, pero a su hermana mayor la violaron en presencia de todos, con su padre encañonado y su madre gritándole que hiciera algo para salvar a su hija. Luego se la llevaron y al poco rato oyeron los disparos que acabaron con su vida. Ni siquiera se atrevió nadie a salir a buscar su cuerpo hasta que se hizo de día. Recuerda que fue una noche interminable con los lloros de todos, su madre en histeria completa. Fueron al puente donde solían ejecutar a sus víctimas pero ya el cuerpo no estaba allí, se la llevó el río, y nunca la encontraron. Dice que su madre siempre la recuerda y que se lamenta que ni siquiera le puede llevar flores a su tumba por el día de los difuntos. Yo le pregunté si su hermana o alguien de la familia era guerrilera. Me dijo que no, que ella piensa que aquel crimen fue una venganza porque un hermano de su madre había tenido algunos líos con mujeres y como no le pudieron agarrar, se desquitaron con la familia de su hermana. Finalmente me contó que esa es la causa por la que se vino a los USA, porque al irse los del escuadrón de la muerte anunciaron que la próxima vez vendrían a por ella. Con toda razón, su madre buscó la forma de que su hija hiciera el peligroso viaje para cruzar ilegalmente la frontera, pero peor era lo otro.

Yo me quedé fundido. Todavía no me recupero. Una cosa es leerlo, yo he leído horrores similares muchas veces. Cualquiera familiarizado con la guerra civil española tiene historias que hacen palidecer a esta. Pero aseguro, que oírla de quien la presenció, de la hermana, te deja muy tocado. Y los del lado oscuro en magníficas relaciones con ARENA. Sin palabras.

Que Dios no de paz a todos.

Un abrazo,
Dionisio, el Areopagita.







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