Dar la cara en Opuslibros.- La última de la fila
Fecha Monday, 03 November 2014
Tema 010. Testimonios


Hola a todos: desde hace días vengo pensando en los diferentes escritos que se han publicado sobre darnos o no a conocer. Es verdad, estoy de acuerdo en que el anonimato no es lo más aconsejable, pero también es verdad que a algunos no nos queda otra. Veréis, me gustaría saber explicarme. Cuando el daño te lo pueden hacer a ti solamente, por muy grande que éste sea, desde la difamación hasta que digan que has perdido la cordura, se puede soportar, pero cuando ese daño se lo pueden hacer y se lo hacen a tus hijos, la cosa varía...



Cuando dejas la Obra después de haber estado empastillada hasta las trancas y al poco tiempo -porque en mi caso fue muy poco tiempo gracias a la ayuda de mi madre, de mi familia y de algunos amigos-, te ven feliz, ni lo entienden ni quieren perdonarlo. Lo menos que pueden decir es que has perdido la cabeza y por ello vas por la vida haciendo locuras. Mis locuras fueron las adopciones de mis dos hijas. !!Benditas locuras!!

Al no poderse ensañar conmigo porque por mucho que dijeran o hicieran, no podían quitarme mi felicidad, lo hicieron con mis dos hijas, sobre todo con la mayor que por entonces tenía 5 años.

Le hicieron sufrir tanto en el colegio mas pijo de entre todos los pijos de esa congregación (los llamo así porque sé que no les gusta), que tiene su sede en mi pueblo, que aún hoy con 15 años tiene secuelas. Le hicieron sufrir por su procedencia, por sus rasgos físicos y por sus circunstancias familiares. Se metieron y ofendieron lo más íntimo de su ser. Es verdad que todos los insultos vinieron de algunas compañeras, pues seguramente éstas no hacían más que repetir lo que oían en sus casas de labios de sus racistas padres y madres. Lo peor, lo infinitamente peor, es que nadie en ese colegio ni profesoras ni dirección, ni curas, movió un sólo dedo por defender a mis hijas. No las querían porque son de otras razas. Creo que aquí ya no caben más comentarios.

¿Denuncias? TODAS. ¿Soluciones? NINGUNA. Os aseguro que con esa gente no hay quien pueda, tienen agarraderas hasta en el infierno.

Después de llorar amargamente por haber cometido el tremendo error de meter a mis hijas en ese colegio, pensado que en él iban a ser queridas y respetadas por el hecho de ser mis hijas, de conocer y tener amistad con casi todas las profesoras y por haber entregado 23 años de mi vida a su causa, me encuentro con la amarguísima realidad del desprecio, la indiferencia y la incomprensión. Pequé de ingenua, de tonta y de fiarme de quien no tenía que haberme fiado nunca. Jamás pude imaginar que personas a las que yo había tratado y querido pudieran comportarse de aquella manera. Las saqué de aquel antro de corrupción de la noche a la mañana porque me dio la gana, que quede claro que las saqué yo, porque ellas se dedicaron a decir tanto a las demás madres del colegio, como a las del centro de la obra que las habían echado del colegio o más finamente que nos habían invitado a irnos. Es más, a las madres a las que les habían dicho esto, que acudieron extrañadas al despacho de la directora a preguntar el porqué de esta 'expulsión" se les respondió que si no estaban conformes, lo mejor que podían hacer era coger a sus niñas y llevárselas del colegio.

Han pasado ya muchos años de estos hechos pero aún no he podido perdonarlas. El daño que les hagan a tus hijos es muy difícil de perdonar. No soy una amargada como ellos dicen de todos los que escribimos en esta web, soy simplemente madre, y madre feliz muy feliz de ver crecer a mis hijas en un colegio normal en donde han encontrado buenos amigos, buenísimos profesores, paz y estabilidad, pero que aún no ha podido olvidar el tremendo daño que les hicieron.

Estos han sido mis motivos para no identificarme aunque después de este escrito creo que ha quedado muy clara mi identidad para todos los que me conocen en mi pueblo. Claro que como ya no vivo en él me importa un pito sus comentarios, pero de todas formas mejor no decir ni nombres ni lugares. Cada uno de los que tampoco se identifican también tienen sus propios motivos. Me gustaría que nadie se enfadara o se molestara con nosotros. Me gustaría que simplemente nos respetaran.

JAN, he llorado mucho por el sufrimiento que les hice pasar a mis padres por el hecho de hacerme de la obra. Cuando nos comen el coco no somos conscientes del dolor que causamos. Mi madre se pasó muchísimos años rezando por mi y pidiendo que dejara la Obra. A mí me horrorizaban aquellos rezos. Hoy los agradezco con todo mi corazón y le doy las gracias a mi madre con toda mi alma porque ella sólo encontró la paz cuando me vio fuera de aquel mundo. Hoy gracias a Dios y a los rezos de mi madre soy yo también una madre feliz y una mujer realizada. Reza, espera, ten confianza, para Dios no hay imposibles. Mi madre esperó 23 años pero al final lo consiguió. No pierdas la esperanza ni le des un duro a tu hijo, de dinero nada de nada. De trabajo tampoco, si puedes evita que trabaje. Si no hay dinero la "vocación" es menor.

Si puede servir de algo yo también rezaré por ti y por tu hijo.

Un abrazo a todos

La última de la fila







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