Rejalgar.- Lizzy Babieca
Fecha Monday, 29 December 2014
Tema 040. Después de marcharse


"Convéncete, hijo mío: no hay vida fuera de la barca", o algo así era lo que nuestro Padre advertía sobre lo que nos esperaba fuera del opus. ¿Ansiosos cocodrilos, grandes tiburones, hambrientas pirañas? Nooo, que va: un exquisito rejalgar. Un mar ácido y repugnante: carencia de sentido, orfandad, acciones destinadas al fracaso. Un vacío existencial sin lugar para la alegría, la paz o la esperanza. Un anticipo del infierno, así como el opus era un anticipo del paraíso. Muy tierno nuestro Padre con su amenaza tipo garrote espiritual. Un ejemplo más de la pedagogía del miedo con la que la espiritualidad opus se ha echado a tanta gente bien dispuesta, que no les han dado verdadera libertad para vivir su vocación...



Para qué estamos con cosas. El opus es una vocación, como cualquier otra. Y como cualquier otra requiere reflexión y libertad. No en un puro minuto ni para siempre, sino que minuto a minuto y todos los días. El opus le sirve a mucha gente para canalizar lo mejor de sí: es la vocación al servicio de la persona humana, para hacerla feliz y llevarla a Dios. Si por alguna razón la persona se pone al servicio de la vocación, anula con esto su libertad, y pasa algo bastante lamentable: que su entrega se hace estéril. Cero aporte. Y ahí tenemos a la mucha gente queriendo morirse pronto para irse al cielo, que de verdad no hay mucho más que hacer acá en la tierra. Que he cumplido las normas y he hecho apostolado.

Pasa mucho en el opus no querer complicarse con las personas enseñándoles cómo ser libres dentro de sus estructuras. O te avispas y lo haces por tu cuenta, o simplemente te van imponiendo la estructura. Es lo mas fácil, lo mas eficiente, en primera instancia. Sin embargo, actuar así pasa la cuenta: has condenado a esas personas al fracaso vocacional, porque no te preocupaste de fomentar en ellas lo esencial: a amar y a elegir libremente. Y así un día despertarán y no sabrán qué hacen allí. Y esto es sobre todo grave, cuando tomas a las personas desde la más temprana juventud.

La pedagogía del miedo está en retirada en todas partes, y ya hace rato, por lo mismo que ha probado su ineficacia y perjuicio. El opus bien debiera dejar de dar la meditación sobre el rejalgar y empezar a explicar, como medianamente puedan, cómo es la vida inmediatamente después que te sales y cómo es luego de unos años. Tienen testimonios de sobra. Hablar con la verdad no puede resultar tan complicado. ¿Es difícil después que te sales? Obvio. Y el grado de dificultad dependerá de tu edad, del tiempo de permanencia, de las razones por las que te vas o te fueron, de tu forma de ser, de tu situación económica, de tu red de amistades, etc. Pero en ningún caso se trata de realidades insoportables, a menos que hayas decidido en tu cabeza autocumplir la profecía de Lord Voldemort. Es la vida no más. Una vida sin normas que te aseguran el cielo y sin gente que piensa necesariamente como tú por todos lados. Te tocará aprender a respirar de nuevo y en el camino habrá hartas metidas de pata. Eso, al principio. Más pronto re-descubrirás tus diversas vocaciones. Las mismas de siempre y que te llevaron a pitar y despitar del Opus Dei. Las que te definen como persona y que constituyen tu aporte a ti mismo y a los demás. Ahí están. Inherentes a ti como el color de tus ojos.

De verdad, amigos IN -y con esto termino con el rejalgar- que esta costumbre de asustar a la peña acabará por disminuirlos a los ojos de las nuevas generaciones, vuestro futuro en el mundo. Para qué esperar el día en que se les paren en medio de una meditación o círculo. Mejor sería tratar a todos, y desde el principio, con cariño y respeto, ¿o no?

Adjunto selfie del Venerable Anciano, imagen viva del rejalgar.

lizzybabieca@gmail.com

 







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