¿Mala persona pero buen líder?.- CuG
Fecha Monday, 18 May 2015
Tema 070. Costumbres y Praxis


Recientemente, David Brooks, un periodista norteamericano comentaba lo siguiente:

"Hubo un interesante resultado de encuestas sobre Hillary Clinton durante la semana pasada. Sobre la base de un sondeo de opinión de Quinnipiac, el 60% de los electores independientes cree que ella tiene fuertes cualidades de liderazgo. Pero, cuando se preguntó a estos mismos electores si ella es honesta y digna de confianza, las evaluaciones dieron un giro radical. Sesenta y uno por ciento dijo que ella no es honesta ni digna de confianza. Al parecer, hay muchísimos estadounidenses que creen que Hillary Clinton es deshonesta y no es digna de confianza, pero también una líder fuerte.

Dejemos de lado su caso específico por un momento. Los resultados de esta encuesta suscitan una duda mayor: ¿puede uno ser mala persona pero un líder fuerte?...



El argumento para esa propuesta es razonablemente directo. La política es un campo duro y brutal. La gente juega siguiendo las reglas de la selva. A veces, para lograr que se haga cualquier cosa, un líder tiene que presionar, provocar, intimidar, omitir la verdad. Las cualidades que lo vuelven a uno una buena persona en la vida privada -bondad, humildad y la capacidad de introspección- pueden ser desventajas sobre el escenario público. Elegir a un presidente es diferente a encontrar un amigo o amante. Es mejor contratar a una persona despiadada para que haga un trabajo duro.

Comprendo ese argumento, pero fuera del mundo de fantasía de “House of Cards”, suele ser incorrecto. Votar por alguien con mala moral privada es como zarpar en un acorazado con asombrosas armas y un casco podrido. Hay buenas probabilidades de que uno termine hundiéndose antes de que el viaje haya terminado.

La gente que es deshonesta, descortés y desconsiderada tiene problemas para atraer y retener a buenas personas en su equipo. Suelen tener amigos ruines. Pudieran ser astutos personalmente, pero casi siempre están rodeados de aduladores y gente de segunda categoría que levanta escándalos y socava la efectividad del líder.

Los líderes que carecen de humildad son frágiles. Su orgullo está inflado y es sensible. La gente nunca los trata con el respeto que ellos creen que merecen. Se terminan consumiendo por el resentimiento. Abordan la política como una batalla, se ponen armadura y se amurallan contra la información y la retroalimentación.

Usted pudiera creer que ellos están defendiendo la causa o agenda de uno, pero cuando los arañazos vuelan, ellos solo están interesados en defenderse a sí mismos. Llevan una lista de enemigos y la vida se convierte en una cuestión de desquitarse e imaginar conspiraciones. Echan por la borda cualquier estrategia que pudiera menoscabar su importancia.

Una paradoja de la política es que la gente se propone triunfar obsesivamente en ella suele terminar saboteándose sola. Tratan cada relación como una transacción y no generan lealtad. Pierden cualquier voz interna de honestidad. Después de un tiempo, no pueden percibirse ya con precisión a sí mismos o a la situación. Tarde o temprano, llegará su Watergate".

No sé por qué, pero a pesar de haberme marchado todavía mantenía una esperanza de que hubiese cambios en la Obra. Después de leer el reportaje  y la entrevista a Fazio en El País, vuelvo a comprobar mi ingenuidad.

Por otra parte, me asombra lo cómoda que le han hecho la entrevista al monseñor. De todos modos, era impensable algo como lo que sigue:

EP-Lo de abandonar los colegios mixtos, ¿es por una cuestión pedagógica?
MF-La cuestión pedagógica nos importa un carajo, de hecho ponemos a enseñar a numerarios que no tienen la menor vocación ni capacidad docente. Los colegios son para hacer proselitismo. Por eso tienen que estar separados y ser todos "single sex", ¿me sigues?

EP-¿Qué es eso del proselitismo?
MF-Pues es nuestra obsesión. Manipular a los adolescentes para que engrosen las filas de la tropa. Somos muy buenos en eso.

EP-¿Y es verdad lo del cilicio y las disciplinas?
MF-Es verdad, dos horas diarias. Y ahora con lo de las 50 sombras de Grey hay muchas personas que se acercan a los centros a pedirnos cilicios. No damos a basto.

EP-¿Qué opina de la Web Opuslibros?
MF-Que es un dolor de huevos. Hemos intentado eliminarla de todas las maneras posibles. Lo seguiremos intentando.

EP-¿Que le diría a los que se han ido y están heridos?
MF-Que se jodan. Ya nos hemos quedado con su dinero, sus esfuerzos y su salud mental. Uno tiene que ser práctico. Con limones exprimidos no vamos a ningún lado.

EP-¿Le dolió lo del P. Danilo?
MF- Muchísimo. No nos dejó bien parados ante los supernumerarios que lo querían.

EP-Digo si le dolió afectivamente.
MF-Perdón, pero no le entiendo la pregunta.

EP-¿Ha habido cambios en la dirección espiritual?
MF-Enormes. Fíjese que antes la charla era semanal, obligatoria, con sinceridad salvaje y luego comentábamos eso en la reunión de san Miguel y escribíamos a mano en fichas lo más relevante, por ejemplo si el numerario en cuestión había cometido algún pecado mortal contra el sexto mandamiento. Ahora esas fichas ya no las escribimos a mano, sino en el ordenador. Un giro de 180 grados.

EP-¿Se pueden confesar los numerarios con sacerdotes que no sean de la Obra?
MF- Como poder, pueden, pero más vale que no nos enteremos de que lo han hecho.

EP-¿Pero aquella carta del 2 de octubre?
MF-Una genialidad. La leo y no puedo parar de reírme.

¿Les llegará algún día su Watergate, como dice el periodista? Dios proteja a los realmente buenos que están dentro -bien lejos del poder- y a los niños que entran a esos colegios y saldrán, años después, como yo salí: más quemado que Juana de Arco "bajo el calor espiritual de la Obra".

CuG







Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=23203