Ánimo Soraya.- Ramón
Fecha Monday, 17 August 2015
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Hola Soraya,

He leído tu escrito en Opuslibros, me ha producido tristeza y ganas de decirte algo que te ayude.

Mira, no te agobies. Si te has metido un verano de charlas lúgubres en vez de vacaciones, es lógico que acabes con depresión.

La Fe en el Dios de Jesús es liberadora, agradable, feliz, pacífica, gozosa. El saludo de Jesús Resucitado era "Paz a vosotros". Si tu vida de fe no te produce felicidad o expectativas de alcanzarla, no es fe en Dios, no estás en el camino de Jesús. Por tanto, si te están amargando la vida con meditaciones que te provocan depresión, no te están hablando de Jesús sino de otra cosa. No vamos a decir que lo hacen con mala intención, pero sí con mala pedagogía. Es más, Jesús no pudo quitar el sufrimiento del mundo, ni nos lo quita, pero nos da fuerza y luz para sobrellevarlo. Pero eso no es lo que te ofrecen.

Durante siglos la iglesia ha entendido que dedicar la vida a Dios era hacerse cura o monja (o numerario/a del Opus, tanto da). El resto, se consideraba un estado "menor". Eso es lo que te están diciendo, en el fondo, en esas charlas. Como si toda la vida no viniera de Dios y el no la sostuviera cada día. Tú no hagas caso. ¡Claro que uno debe dedicar la vida a Dios si quiere ser feliz a fondo! Pero eso no quiere decir que la dedicación única, exclusiva y mejor sea estar en el Opus o meterse monja. Ojo: si tu vocación fuera ser monja, o del Opus, deberías seguirla, pero no por sentirte amenazada, o coaccionada, sino por ser el camino que tú libremente has elegido.

Hay una pedagogía cristiana en la según la cual, si no lo pasas mal, no te estás santificando. Nada de eso: te santificas al hacer buenas obras, al cuidar de tu familia, al crear un buen ambiente de trabajo, al trabajar brillante y honradamente, al luchar contra la corrupción, al pagar tus impuestos, al participar en la vida social y política, etc. Es cierto que la alegría que proporciona el consumismo ciego, la cultura del egoísmo no dan la felicidad. Claro: Jesús nos da la paz, no nos anestesia. Un cristiano que no se comprometa con su tiempo difícilmente será cristiano y difícilmente conocerá ningún conflicto como conoció Jesús. 

Tienes claro que quieres ser madre, fenomenal. No te cierres sólo en eso. Piensa cómo quieres que sea tu familia, excluyente y clasista o generosa (en todos los sentidos, no en tener doce hijos) y sencilla. Piensa si vas a tener una profesión con la que aportar a la humanidad y desarrollarte como persona. Piensa qué, cómo, cuándo, dónde quieres hacer todas esas cosas maravillosas. Piensa en cómo vas a hacer para que haya menos sufrimiento entre los pobres, entre los que más sufren. Y piensa dónde entra Jesús en esa vida que quieres tener y que El te va a ayudar a desarrollar. Piensa en clave cristiana (como dice San Pablo, que Cristo sea todo en todos) pero no pienses en clave clerical, que es lo que pretenden. 

En fin, tienes por delante una vida maravillosa, vívela con Jesús, y ten claro que El vino a sanar, a perdonar, a hacer fiesta con todos los que quisieran, a dar vida en abundancia... Mira que Jesús se comparó con el novio en la boda: si el novio está, hay bullicio, fiesta, juerga, borrachera. Si no los hay, es que Jesús se ha marchado. Saca conclusiones. Y si te dan la matraca, ya sabes: di que sí a todo y luego haz lo que te de la real gana. Y sobre todo, pide a tus padres que te protejan y te ayuden a tomar tus decisiones sin presiones externas. Confía en ellos, que también los ha puesto Dios en tu camino.

Que Dios te cuide

Ramón









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=23365