Cuentas que has estado deprimida. El hecho le permitió a una numeraria decirte: “si sufres y te causa impresión es que algo significa y no deberías dejar eso de lado”.
Es un diálogo que se repite una y otra vez cuando el Opus convierte a una persona en “objeto” de su proselitismo. Ellos están interesados en que les “pertenezcas”; para eso no tienen reparos en avasallar tu intimidad, desvalorizarte, abusar psicológicamente de ti y, por sobre todas las cosas, hacerte sentir culpable. Ni siquiera se detienen ante tu sufrimiento; lo explotan en su favor. Es el Opus haciendo proselitismo sin vergüenza alguna.
Mira lo que dice el Papa Francisco: “La evangelización no consiste en hacer proselitismo, el proselitismo es una caricatura de la evangelización”. En otra ocasión, Francisco afirmó: “el proselitismo es una solemne tontería”. Todos necesitamos ser evangelizados pero nadie necesita ser “proselitizado” uso a propósito el feo neologismo.
No tienes motivo alguno para sentirte culpable, estás acompañada por Francisco para gritarles que te dejen en paz. Si tienes alguna vocación –lo del Opus no es vocación- ya la descubrirás por ti misma a través de un proceso que tiene distintos pasos pero que se vive con serenidad y paz, porque se trata de tomar una decisión plenamente libre a la luz del Evangelio.
Pero tienes suerte. La depresión que has pasado te habla a gritos y esos gritos te dicen cuándo eres feliz y cuándo no. Tu sufrimiento es la señal más clara que debes huir de ahí. Ni charlas con el sacerdote ni con la numeraria porque ambos se reunirán luego para cotillear sobre ti buscando los modos de presionarte. No te olvides nunca que Escrivá alabó “la santa coacción”.
No permitas que un episodio depresivo se convierta en tu modo de vida permanente y no subestimes al Opus en esto porque son campeones para sumirte en ese estado.
Hazle caso a tu corazón, no te dejes doblegar; abre un espacio al amor a ti misma. Cuídate. Defiéndete. Sólo si estas fuerte ayudarás a los demás.
Mira lo que dice Chaplin: “Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad”.
Los que hemos padecido por décadas al Opus conocimos la violencia psicológica que emplea, su constante sabotaje a nuestra personalidad, su duplicidad, sus mentiras, sabemos lo que nos ha costado sanarnos. Con dolor hemos descubierto que una vez que has ingresado del Opus no se va el que quiere sino el que puede.
En última instancia, lo que aprendimos es que el Opus tiene demasiado Escrivá y poco Evangelio. El Papa Francisco tiene razón: “el proselitismo es una solemne tontería”.
Segundo
PD: Me olvidaba. Para hacerte sentir poco generosa te dirán que te falta “visión sobrenatural”; con ello pretenden que ni sientas ni pienses por ti misma.
