Opuslibros - El mito de Fausto o poner la cama.- Gata4

El mito de Fausto o poner la cama

Asher (12.07.2004): has tenido una idea genial. Dejar libros en sedes del opus para ver si amplían horizontes. Pero mujer, ¡como lo cuentas aquí! ¡Que se van a enterar! Y claro, como no les has avisado de cuándo lo harás, me imagino que van a tener que revisar los libros todos los días, tener a alguien "de guardia" para evitarlo... ¡cuánto trabajo para estas aspirantes a santas! Eso sí, pocas aspirantes a santas. No creo que nos quieran convencer que en Bonaigua ahora hay más de 30 personas haciendo el centro de estudios.

Ahora que lo pienso, lo podemos hacer todos cuando vayamos terminado este libro. Lo dejamos en alguna sede del opus. Pero sin decir dónde ni cuando, que los busquen. En Madrid y Barcelona ya existe una iniciativa de gente que va dejando en el metro, en un banco de un parque... libros que ya ha leído para que otros los puedan leer. Pues podemos hacer lo mismo. Espero que la autora no se enfade con nosotros por perder derechos de autor. Al público al que lo vamos a dirigir nunca compraría el libro. ¡Y Ana, piensa en el bien que le haría a estos chic@s del opus leerlo!

Cambio de tema.

En los últimos días al leer esta página estoy dando vueltas a una idea. Todavía no la tengo muy trabajada y quizás alguno de vosotros me ayude a perfilarla.

Estoy relacionando nuestro ingreso en el opus con el mito de Fausto. Pero creo que en este caso, salimos peor parados que el doctor Fausto. Mientras en el pacto fáustico él recibía una oferta por su alma ¿qué recibimos nosotros?

Además el contrato ofrecido por Mefistófeles (al menos en la versión de Goethe, obra maestra), en cumplimiento de las rigurosas exigencias alemanas de protección de los derechos del consumidor, incluye una revolucionaria cláusula para lo que eran históricamente los contratos-modelo de venta de almas, una especie de "si no queda satisfecho, le devuelvo su alma sin haberla tocado apenas".

¿Qué pasó con nosotros, insisto? Yo tengo la sensación no solo de no haber recibido nada a cambio de mi alma, también de haber pagado para que se la quedaran.

El opus en ese momento de nuestro ingreso hizo el negocio del siglo. Al menos lo intentó. Intentó algo que ya dice el acerbo popular: comprarnos por lo que valemos (incluso regatear para bajar el precio) y luego vendernos por lo que nosotros creemos que valemos (y algunos creemos que valemos mucho, somos así de chulos).

Algo así como los contratos de futbolistas de la cantera. Compramos un chavalin con aptitudes y 14 años por unos cuantos balones para el club de procedencia. Además jugamos con la ilusión del niño, vas a jugar en el club más grande, serás una estrella, ganarás la champion league... para que presione para irse de su casa, para que convenza a sus padres de que es la oportunidad de su vida. Y unos años después, si al jugador ya hecho se le queda pequeño el club, o piensa que le han engañado, o no se encuentra a gusto o incluso no quiere contribuir a hacer más grande un club que piensa que está engañando a la gente... intentamos pegar el pelotazo al venderlo.

Además el opus se encarga de hacernos creer cuando nos vamos, y a nuestro entorno si puede, que le debemos todo. Que si nos hemos convertido en personas coherentes, responsables, útiles para la sociedad, es gracias a ellos. Es como si yo quiero contratar trabajadores para mi empresa, hago una selección brutal y escojo a ingenieros superiores con 2 masters cada uno, hablando 4 idiomas, don de gentes, buenos compañeros... y si más tarde ellos dejan la empresa, me dedico a difundir que todo se lo deben a la empresa. Pero, ¿no los elegí yo porque eran los mejores? ¿No debería yo plantearme por qué se han ido en vez de echar la culpa a otros? O por lo menos compartir parte de la culpa.

En fin, que al menos yo siento que nos han timado. Que en vez de vender el alma, la regalamos. Y además dimos un plus. Eso tan castizo de "además poner la cama". Que nos costó recuperar nuestra alma, pero lo hemos hecho. Al final, eso es lo importante.

Gata4