A veces llega un momento en el que te haces viejo de repente.- PZK
Fecha Monday, 18 January 2016
Tema 076. Agregados


En mi centro de agregados, un numerario solía cantar, y muy bien, la canción “La senda del tiempo” de los Celtas cortos. Esta canción me sumía en un estado de desasosiego total, ya que me identificaba al cien por cien con la letra:

"A veces llega un momento en el que te haces viejo de repente, sin arrugas en la frente, pero con ganas de morir. Paseando por las calles todo tiene igual color, algo echo en falta, no sé si será el amor".

Y tanto que era el amor, ese amor que se me prometió en la Obra al pitar, pero que nunca me dieron. Ese amor de familia, que se dijo que tendríamos, pero que al final se descubrió que era un compañerismo bien intencionado, pero carente de afecto profundo, sin una amistad real. Conocí a grandísimas personas, que me ayudaron mucho, a las que quería tratar como hermanos, contarles mis cosas y que ellos me contaran las suyas, lo que hacen dos hermanos normales, pero no, para eso estaba la charla, la temida charla, esa charla en la que no podía elegir el interlocutor, esa charla en la que me despellejaba vivo, y no recibía más recompensa que sal y limón. En la que cuando iba de viaje, me llevaba sin yo saberlo, en un sobre mi vida y miserias, codificadas. Yo era el propio portador de mis más íntimos secretos, que serían entregados al director de turno, para que este supiese, la cantidad exacta de sal y limón que había que echar a la carne auto despellejada.

Es verdad que encontré cierta felicidad, es verdad que aprendí, es verdad que vi lugares nuevos, es verdad que hice cosas interesantes, es verdad que mis hermanos eran muy buena gente, me apreciaban, pero todo se desbarató cuando eché en falta el amor.

Ese amor que tengo ahora, en mi matrimonio, con mis hijos, con mis hermanos carnales, con mis padres, con mis amigos. Yo les cuento, ellos me cuentan, sin esperar nada a cambio, amor y amistad. Tan sencillo, tan fácil de conseguir, pero que nunca me dieron en la Obra, ya que nunca me lo quisieron dar, ya que no se puede dar aquello de lo que no se dispone. Me dieron otras cosas, buenas, pero no lo prometido.

“Algo echo en falta, no sé si será el amor”... YA, NO :)

Firmado: PZK









Este artículo proviene de Opuslibros
http://www.opuslibros.org/nuevaweb

La dirección de esta noticia es:
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=23666