Las notas y el afecto condicionado.- Entregado
Fecha Monday, 16 May 2016
Tema 090. Espiritualidad y ascética


Que sacara buenas notas en la mayoría de las asignaturas en mi segundo curso, al entrar en el Opus, era lo que para mí tenía que ser un indicativo de estar en el “buen camino”, y como una prueba a mi familia de que estaba haciendo lo que Dios quería. También era un intento de hacer que mis superiores estuvieran contentos conmigo, y de hecho en la charla me lo hacían resaltar (“muy bien, has sacado buenas notas”).

El efecto que produjo en mí no era del todo positivo sin embargo, pues la misma persona que me había amenazado con sacarme de allí si no luchaba era la que me decía que ahora estaba contento, o sea el afecto era condicionado. Y al mismo tiempo me doy cuenta de que ni él ni yo podíamos estar contentos de verdad con esas notas, pues no decían nada de mí realmente, nada más que era mi forma de demandar un poco de amor de esas personas y aceptación de mi persona. No reflejaban el amor incondicional de Dios, solo un criterio humano de medir la santidad por obras externas.

Esas notas, no pasaban de ser un reflejo de que se habían dado las condiciones suficientes para que yo estudiara y me concentrara, nada más, no decían nada de mí o de mi santidad. Pero como santificar el trabajo era en parte sacar buenas notas, yo tenía que verlo como un buen índice que mostrar a mi familia con un cierto orgullo mezcla de fariseísmo con orgullo natural, no sé bien. Y mi madre me reprochó que no TODAS las notas fueran buenas, lo cual daba fundamento a un desaliento, de que a pesar de haber sacado una matrícula, mi madre se quejara de que alguna asignatura no estuviera igual de bien. Yo sé que ella quiere lo mejor para mí, pero debe serle difícil vivir con ese perfeccionismo… (Ella es supernumeraria)

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