Querida Bruna…- A.Plaza
Fecha Monday, 30 May 2016
Tema 900. Sin clasificar


Como has podido comprobar por las respuestas a tu pregunta, la salida de la obra lleva consigo “pequeños o no tan pequeños traumas”, que luego cada cual va superando como puede. Yo cuando me fui era incapaz de rezar un Ave María y cuando iba a Misa lo pasaba fatal. Procuraba llegar tarde y me salía después de comulgar. Y mientras estaba en la iglesia sentía muchísima ansiedad.

Gracias a Dios, nunca mejor dicho, fui capaz de distinguir que el problema estribaba en la obra y no ni en Dios ni en la iglesia. Ni siquiera en mí, aunque estuviera destrozada.

Ahora cuando necesito paz, la busco en la adoración al Santísimo y siempre dentro de mi corazón.  Casi ni yo me lo creo.

La primera experiencia que quiero compartir contigo es que no dudes de Dios, ese mismo al cual un día le diste tu vida. No dudes de El, porque Dios no ha sido un engaño en tu vida: ¡claro que está en la eucaristía!, ¡claro que no tienes que buscar a otro “Ser” diferente!… lo que ocurre es que la obra distorsiona tanto el significado de Dios que hace verdaderos estragos en el alma.

Abre tu corazón a Dios. Y no te olvides de entrar tú. Ahí radica la esencia de la relación con Dios. Cuando tu corazón es el lugar de encuentro con Dios, la paz interior que sientes es tan grande que inundará tu vida y lejos quedarán esos agobios que ahora te producen desasosiego.

Busca a Dios dentro de ti. Une tu corazón al Corazón de Jesús y tendrás la Iglesia mejor del mundo. La iglesia es la casa de Dios. Consigue llegar a tu corazón y verás que allí habita Dios.

Siguiendo en mi propósito de no juzgar a nadie, ya que cubrí el cupo, durante mis años en la obra no he querido participar en el debate del Papa, pero si  te diré que el Papa Francisco, ha tenido mucho que ver en mi nuevo modo de vivir en Dios. Solo con descubrir la misericordia de Dios, te cambia la vida.

Si tú quieres, me gustaría estar contigo en estos momentos en que lo estás pasando mal. Aquí me encontrarás siempre: aplazavaltuena@gmail.com, para hablar, para estar en silencio, para lo que sea…

Confía en Jesús y tus agobios desaparecerán. Pero sobre todo, busca la felicidad. Es más fácil de lo que parece, porque no depende de nada más que de ti ya que está en tu interior.

Y cuando seas feliz, la obra y sus secuelas pasarán a un segundo plano. Y podrás disfrutar de todo: De Dios, de ti, de los demás, de las cosas buenas y de las no tan buenas y sabrás ir colocando en el puzzle de tu vida esas piezas, que , como a todos, te hacen sufrir.

Animo!! No estás sola. Nunca estás sola.

A.Plaza









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