En los últimos días se ha debatido en Opuslibros en torno a los tres años de pontificado del actual Papa Francisco. Por eso, me ha llamado mucho la atención un artículo publicado en El País el pasado domingo 29 de mayo de 2016 (en la sección dominical ideas, pág. 7) de Rubén Amón, titulado Cuando el pastor sigue al rebaño. Digo que me ha llamado la atención porque el análisis del señor Amón coincide de lleno con el enfoque del debate planteado recientemente en Opuslibros. La línea de pensamiento del mencionado artículo recuerda y de alguna manera recapitula algunas opiniones de Manzano, Antiguo, Class, Dionisio, Ana Azanza, ConstanzaM, Rescatado y Ramón (espero no haberme olvidado de ningún otro usuario de esta página web que haya hablado sobre esta cuestión).
¿Se habrá inspirado Rubén Amón es este reciente debate de Opuslibros para escribir su artículo? Probablemente no. En cualquier caso, queda claro que la preocupación manifestada en esta página web es compartida por muchas más personas y tiene un fundamento serio, es decir, no son palabrería superficial. No estoy, pues, de acuerdo con la crítica de JaraySedal (30.05.2016) cuando rebaja la calidad de esos comentarios sobre Francisco aparecidos en Opuslibros como si fueran poco profundos. Por supuesto que se podrían escribir en Opuslibros artículos más profundos y rigurosos sobre Francisco (esta sugerencia de JaraySedal es correcta), pero la preocupación hasta ahora manifestada en este foro sobre el pontificado de Francisco es perfectamente válida y loable, como lo es el artículo de El País del pasado domingo.
También a mí me gustaría, como desea el señor Amón, que el pontificado de Francisco no se quede reducido a hermosos gestos, novedosos en la historia del Papado, sino que lleve a cabo auténticas y eficaces gestas de reforma eclesial.
Tampoco estoy de acuerdo con la dura crítica que JaraySedal (30.05.2016) expresa contra un escrito de Simplicio del 27.05.2016. Muchas veces, por motivos pedagógicos, es correcto exagerar algo en el uso de ejemplos que se emplean en la argumentación; aunque es desproporcionado poner al mismo nivel el Mein Kampf de Hitler con los escritos internos y secretos del Opus Dei, sin embargo una equiparación de estas características puede resultar útil en el plano de la comunicación y de la pedagogía. Todos los lectores de Opuslibros entendimos perfectamente lo que Simplicio quiso decir a pesar de la exageración retórica, de modo que el comentario de JaraySedal está fuera de lugar por exceso de perfeccionismo.
Felicito a Simplicio por la lección jurídica que nos está dando A propósito de SCRIPTOR, S.A. ¿Por qué una sociedad mercantil? Algo que me hace muy feliz en Opuslibros es aprender. De las recientes aportaciones de Simplicio he aprendido mucho y no me pongo con él tiquismiquis ni capcioso, sino que le doy de corazón las gracias por sus magníficas lecciones: ¡chapeau!
Aprovecho también para agradecer a Ottokar su nota del 30.05.2016, en la que aclara ideas jurídicas no sólo a ex miembros del Opus, sino sobre todo a actuales miembros de la prelatura personal. La Obra de Escrivá es un paraíso de contradicciones. Una de ellas es la siguiente: el Opus ha promovido desde casi sus comienzos los estudios de Derecho Canónico, y fruto de esta iniciativa ha sido y es el elevado número de escrivarianos que han destacado –y mucho– en el ámbito del Derecho Canónico; por eso, resulta contradictorio que el prelado personal Javier Echevarría se haya negado a publicar en la revista Romana, que es el boletín oficial de la prelatura personal, sus Decretos Generales, que son el desarrollo jurídico de los Estatutos prelaticios. ¡Menuda contradicción!: mucho Derecho Canónico y muchos canonistas y, ¡oh sorpresa!, muchísimo secretismo y opacidad para dificultar al máximo el acceso a los Decretos Generales. En estricto rigor, este comportamiento del prelado personal merece un rotundo “suspenso” en la asignatura de Derecho Canónico.
Josef Knecht
