Perfeccionismo y virtudes humanas.- Entregado
Fecha Monday, 20 June 2016
Tema 090. Espiritualidad y ascética


El fin del cristiano en la tierra es dar “gloria a Dios”, y esto lo hacemos incluso al beber un zumo de naranja y alegrarnos de ello. Me pregunto si en esto coincide con el “para mayor gloria y alabanza de Dios nuestro Señor” de san Ignacio, que se lleva a cabo mediante el “amar y servir”. El problema según lo vengo entendiendo es que en el Opus la gloria de Dios tiene el centro en mí, “con mi trabajo bien hecho doy gloria a Dios” (¿y el que no puede hacer un trabajo bien hecho?).

EL trabajo bien hecho se entiende en un modelo aristotélico de perfección: lo perfecto es lo acabado, lo limitado, lo que se puede entender humanamente como perfecto. Se supone que lo quieres hacer así “por amor”, ahí queda el discernimiento. Lo hago así (bien hecho, delimitado) por amor (intención ética ascética). Como amo a Dios lo voy a intentar hacer bien para darle gloria (un esquema de obras por lo tanto). ¿Qué hay del afán de servir porque aquél al que sirvas merece ser servido?

En el opus te estás mirando a ti mismo de reojo constantemente… ¿Y qué es un trabajo bien hecho? ¿Cuánto amor he puesto en mi trabajo si su fin no está en las personas a las que voy a servir con él, sino en que “yo lo haya hecho bien”? (Porque eso es la santificación del trabajo en el Opus). ¿Quién o qué da la medida de mi amor a los demás en mi trabajo? ¿Un criterio humano de perfección (aristotélico)? Lo peor de este esquema es que afirma categóricamente que lo perfecto según un ideal humano (aristotélico) es lo perfecto a los ojos de Dios. Y ¿qué queda de esa perfección humana en Cristo crucificado? ¿Cómo afirmar, como decía san Josemaría, que Cristo “probablemente hacía un trabajo “humanamente perfecto” y que tenemos que imitarle en esto? ¿Es esta actitud exterior que hay que imitar, estos resultados externos que se pueden medir por criterios humanos? ¿Quién dice que el amor de Dios tiene que manifestarse en virtudes humanas o auto-perfeccionamieto ético?

Si Cristo se hubiera dedicado a “perfeccionarse a sí mismo” (con virtudes humanas infinitas), probablemente habría dejado de lado su misión y se habría dedicado a mirarse en el espejo haciendo examen de conciencia diario, “¿qué virtudes me faltan?”. La gloria de Dios es Cristo crucificado, y en Él en la cruz no hay (humanamente) “hermosura” como dicen los profetas. No es la hermosura humana, la perfección como la entendería un aristotélico, lo que se ve en la cruz. Los griegos desechan a san Pablo por predicar a Cristo crucificado (necedad para los griegos). Buscar la perfección aristotélica, probablemente es al contrario “necedad para Dios”, o a lo sumo una “buena intención” que pone sus energías donde no debe…

El amor es un don de Dios... el amor que "pongas" en tu trabajo no se medirá por cómo lo hagas de bien, sino por lo abierto que estés a transmitir el amor de Dios a través suyo.

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