La historia se repite machaconamente. Para Fueraborda.- Ex apéndice
Fecha Wednesday, 27 July 2016
Tema 020. Irse de la Obra


Permíteme, Fueraborda, un breve comentario solidario contigo y con tu particular, especialmente cruel y muy torturante salida del opus.

Ya sabemos que empezando por las “semi esclavizadas” numerarias auxiliares, continuando con los “despistados” supernumerarios, pasando por los “anodinos” e “insignificantes” agregados y “selectos” numerarios, hasta llegar a los mismísimos inscritos/as… cuando llega el momento de largarse del “paradisíaco” opus, se patentiza siempre la mentira hipócrita de aquella pomposa y hueca afirmación del “gran iluminado”: “no se van ni a tiros” o aquella otra, que tan bien conocemos, “las puertas para salir están abiertas de par en par”.

¡Qué manera más descarada de canonizar la  mentira!

No hace falta extenderse más, ni analizar los pormenores y particularidades de cada caso. La historia se repite machaconamente para poner de relieve la sarta de embustes con que la plana mayor –en realidad la institución, que llamamos opus- pretende encubrir las incontables defecciones, huídas y estampidas, que empezaron ya en los comienzos, de tantas y tantos, que “gracias a dios nos fuimos”.

El opus siempre culpabiliza individual y directamente a cada uno de los que manifiestan su deseo de “abandonar la barca”. Es cierto que inculpa también a los socios, miembros o como quiera que ahora se llamen, “que conviven con el que no quiere perseverar”, pero nunca, nunca, asume él como institución ningún tipo de responsabilidad.

En ese contexto difama sin piedad, sibilinamente, a los que pretenden irse; los tilda de locos; a ellas las llega a acusar de lesbianas o putas; de otros calla, “con cristiana caridad”, no se sabe cuántos nefandos pecados inconfesables; amenaza con el infierno… Según la cúpula y el núcleo duro de la institución, es decir el “opus Escrivá” es incólume, impecable, santo e inmaculado. Porque el opus es obra, nada menos que, de Dios. Es Dios mismo. Ahí está la clave.

Irse es siempre una odisea, una pesadilla. No es nada que no conozcamos, pero hay casos tan lacerantes y llamativos que a uno le ponen los pelos de punta: Miguel Fisac, Antonio Pérez, “Novaliólapena”, María del Carmen Tapia, Alberto Moncada, María Angustias Moreno, por citar algunos de los más conocidos. Desearía ahora ser exhaustivo y no omitir a nadie de cuantos han sufrido el hostigamiento, la indiferencia, el soplo gélido y el desprecio, el desgarro y las humillaciones mas groseras, cuando han iniciado el proceso de desvinculación del opus. Es evidente que resulta imposible y lo lamento profundamente. Vaya para ellos mi  recuerdo cariñoso.

Siempre acabamos concluyendo lo mismo: El opus no tiene corazón. La tan cacareada fraternidad es un escarnio, la pretendida familia de vínculos sobrenaturales una farsa, la madre guapa es una horrible madrasta… ¿Cómo se puede establecer entonces la ecuación Dios (bondad, padre, perdón, libertad, amor etc.) = Opus (madrastra, verdugo, intransigencia, maldición, rejalgar, infierno. etc)? Ese fue el “artificio” la “filigrana”, la magia potagia que se sacó de la manga Escrivá: Identificar su opus con Dios. ¡Qué osadía!

Pero ahora me quiero solidarizar contigo, querida Fueraborda. ¡Claro tú eras una inscrita!  ¡Una presa valiosa, difícil de soltar! ¡Duro de digerir, no se resignaba el opus a perder a una inscrita! ¡Era “sobrenaturalmente” imposible! Lo que tuvieras que sufrir tú no era su problema. Eso ni se lo planteaba…

Fueraborda, sólo una pegunta ¿Cómo pudiste aguantar tanta humillación, tanta degradación, tanta basura durante tanto tiempo? Pero, si lo pienso mejor, esa pregunta nos la podemos hacer todos los ex,  no sé de qué me extraño, sin ir más lejos, también tragué sapos y culebras durante… seis laaarguíííísimos años, aunque en mi caso se tratara de un simple agregadillo de nada.

Pero ya ves, aquí en Opuslibros, muchos encontramos lo que tú has encontrado. Has podido comprobar que te queremos, ¿Verdad que sí? Me alegro de que por fin disfrutes de ese remanso de paz en el que ahora te encuentras porque has llegado a “ver” que la ecuación Dios=Opus  es… una falsedad monstruosa. Un abrazo para ti que incluye también a esa persona con la que hemos tenido la suerte de coincidir: Agustina.

Ex apéndice









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