Me dio muchísima pena el fallecimiento de las numerarias auxiliares y rezo de corazón por ellas, aunque seguramente estarán ya en el Cielo.

Van pasando los años fuera de la Obra y creo que, además de la aventura que implica formar una familia y de ser padre, uno de los tesoros que he reencontrado es la ausencia de agenda oculta en el trato con los demás. Es un alivio enorme saber que uno se acerca a la gente con desinterés. No por virtud, sino por un rasgo mínimo de humanidad.

Por eso no me sorprende lo que cuenta Claroscuro. La Obra sólo piensa en la Obra, no en las personas. Del mismo modo que la triste muerte del P. Danilo (un suicidio, nada menos,y por sentirse rechazado) se aprovechó para exaltar la fraternidad, ahora esta tragedia se usa para vender que la Obra es pobre de solemnidad y entonces, ¡pues a contribuir para pagar los gastos fúnebres de estas buenas personas...! Y lo mismo la JMJ, como aquella nota donde se omitía nombrar, nada menos, al Papa Francisco.

Parafraseando a Jorge Luis Borges: "son incorregibles".

CuG