Hola

Dionisio, no me refería a que los hombres fueran culpables del estatuto de la numeraria opusina, es fundacional, y estábamos a 5000 km. 

Haenobarbo, me alegro de que trabajarais tanto, pero siento repugnancia, horror, terror, espanto, y me faltan palabras para la situación en la que vivían esos 2 primeros apóstoles escrivarianos a los que conociste mayores y con la cabeza ida. Padecían los efectos de la falta de sentimientos humanos, se quejaban de una falta de cariño que los había llevado a ese estado lamentable, y el horror que siento se debe a la degeneración a la que me parece han llegado y llegaron los grandes jefes del invento, ambos ya en los altares. Sólo tengo una esperanza, que todo lo que aquí estamos contando de la verdadera historia del opus dei llegue a oídos del papa y si es un ser humano con sentimientos como parece que lo es, se dé cuenta de lo pernicioso que es este sistema de vida para la iglesia católica. Que vea sobre que se asienta y construye su poder y sus millones, su pretendida fuerza "restauradora" del catolicismo. Espero que alguien se lo haga llegar.

Me ha recordado los nombres de Fina Botella, Nisa Guzmán, Lola Fisac. Todas de las primeras numerarias. Recuerdo a estas personas porque supuestamente estaban vivas cuando yo era nume pero "fuera de juego". Por si alguien las conoció en su última época y quiere contarnos algo.

También sobre las tertulias nocturnas fumando, bebiendo y contando entre numerarios, eso no lo he vivido entre numerarias. Por cierto, el fumar que no se fumaba, he visto numes que al dejarlo se han lanzado al tabaco con auténtica ansiedad.

Sobre muertas en cuartos de estar: sólo recuerdo a Mercedes Anglés a la que velamos todos los centros de Pamplona durante una noche que se distribuyó oficialmente en tramos horarios.

Y sobre trabajos físicos, también recuerdo transformar un colegio en hotel: pupitres a la bodega, y literas de la bodega a las aulas. Qué trabajo y qué agotamiento. Otro: en la calle del centro de estudios se cerró un hotel y quien quisiera podía hacerse con el mobiliario, las del opus de la calle allá que fuimos a arramblar con lo que nos dejaron un domingo por la tarde.

De todas formas la tónica general era que en los centros de hombres había numes auxiliares que os hacían todo, en los de chicas, nunca hubo en los que yo viví. Y los fines de semana nos tocaba hacer comidas y fregar bastante, aunque nos organizábamos.

Otro tema: jamás le he hecho la cama a una numeraria, salvo excepción muy excepcional, en Ayete recuerdo que había que hacer camas de vez en cuando. ¿Se deslomarían los numerarios que allí vivían? Cosas del Opus.

Sobre lo malo que es ser trabajadora honrada en España Ex_apéndice, lo dejo por hoy. Ya hablaremos.

Saludos

Ana Azanza