DE TODO UN POCO.- Simplicio
Fecha Wednesday, 05 October 2016
Tema 900. Sin clasificar


Sobre José López Navarro

 

Agradezco a todos los que con tanta rapidez me habéis indicado el nombre de José López Navarro, que era el sexto sacerdote que me faltaba de los que se ordenaron el 29 de septiembre 1946, así como todos los demás datos de las siguientes promociones sacerdotales.

Llama la atención la "macro-promoción" de 1 de julio de 1951 con 20 ordenados; hasta entonces la cadencia había sido 3-6-3-3-1-2-4-1.

 

Sobre los cargos oficiales en el Opus Dei



 

Vuelven a ser muy atinadas las observaciones de Gervasio el pasado 3 de octubre cuestionando hasta qué punto puede hablarse con propiedad de determinados cargos en los primeros tiempos del Opus Dei.

Su cita de la página 119 del libro de José Carlos Martín de la Hoz, "Roturando los caminos" (Ediciones Palabra, 2012), contradice lo que yo hasta ahora había supuesto al respecto: "Efectivamente el 26 de noviembre de 1950, el Consejo General de la Obra quedó constituido, como organismo distinto de la Comisión Regional de España. D. José María Hernández Garnica continuó como sacerdote Secretario del Consejo General. Como Sacerdote Secretario en España fue nombrado D. José López Navarro".

Esto entra en contradicción, con otros datos que he ido recogiendo de aquí y de allí (la inmensa mayoría de páginas oficiales del Opus Dei); y ahora ya no sé qué es fiable y qué no lo es. Porque tenía datos de Consiliarios de España y de Secretarios Generales del Opus Dei anteriores a 1950, pero ahora resulta que el Consejo General no se constituyó como organismo distinto de la Comisión Regional hasta el 26 de noviembre de 1950.

Voy a tener que empezar desde el principio.

 

Sobre Pániker

 

Quiero agradecer además a Daneel su referencia al libro de Maciej Belawski sobre Pániker. A leerlo me he dado cuenta de que el libro de Raffaele Luise “Raimon Pannikar. Profeta del dopodomani” es un auténtico fraude. Y es una pena porque Haenobarbo hizo en su día una muy buena traducción de las páginas 25 a 33 dedicadas principalmente a narrar la salida de Pániker del Opus Dei. Pues bien, como suele decirse, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Me siento “estafado” por el autor, porque en su día yo había dado por bueno lo que allí se narra y de que se trataba de un testimonio auténtico de Pániker.

 

El título de la publicación en Opuslibros “entrevista póstuma” me había parecido poco adecuado, porque pensaba que se trataba de una “entrevista real” a Pániker (fallecido en 2010), que se publicaba con carácter póstumo (2011), y entonces lo “póstumo” no es propiamente la entrevista sino su publicación. Pero paradójicamente resulta que el título de Opuslibros es perfectamente adecuado, porque la entrevista ¡sí se realizó con carácter póstumo! ya que se trata de una entrevista imaginaria. Es decir, Raffaele Luise, una vez fallecido Pániker, realiza una entrevista virtual a “los recuerdos” que conserva de sus conversaciones con él; y aquí lo real se mezcla con lo imaginario, prevaleciendo esto último.

Esta técnica podría ser aceptable, si el autor hubiera trabajado con un mínimo de rigor, cosa que no ha cumplido. Es decir, podemos admitir como recurso literario una entrevista ficticia a un personaje histórico, siempre que nos ajustemos a la realidad de los hechos; incluso llegaría a ser aceptable la licencia literaria de “rellenar” los hechos desconocidos con las hipótesis más verosímiles. Pero resulta que el capítulo III, el único que conozco, está lleno de errores de grueso calibre e incluso de incoherencias. Da la impresión de haberse escrito con total precipitación, sin comprobar ningún dato (hay algunos que es absolutamente imposible que Pániker hubiera dicho) y queda patente que el autor ni siquiera ha llegado a releer lo escrito para depurar errores.

No sé si, en descargo de Luise, existe alguna explicación suya en la introducción que nos advierta de que todo es pura ficción; o si acaso, todos los errores están concentrados en este capítulo III y el resto del libro es más aceptable.

 

Veamos algunos de estos errores:

 

1) Empieza llamando la atención en la página 26 que Pániker no recuerde con exactitud que en su promoción se ordenaron seis sacerdotes y diga que eran "cuatro o cinco". Esto todavía podría achacarse a un error de interpretación del entrevistador o a la mala memoria del entrevistado al final de sus días.

 

2) Lo que ya es inadmisible es que Pániker hubiera dicho (página 31) que fue retenido por los directores durante un tiempo en una casa del Opus Dei "en un lugar que no recuerdo, pero no en la sede de Bruno Buozzi que aún no existía".

Es inverosímil que Pániker no recordara el centro de la Obra donde supuestamente fue recluido, pues no había tantos en Roma y vivió en esta ciudad bastantes años.

Pero además es falso que la sede de Bruno Buozzi no existiera, porque ya desde 1956 albergaba al Consejo General; y aunque el edificio estuvo durante largo tiempo en obras, Escrivá (según la historia oficial) bendijo la última piedra el 9 de enero de 1960. Recordemos que el supuesto episodio tiene lugar en 1966 (o al menos durante el pontificado de Pablo VI).

 

3) En otro momento (página 28) el entrevistador se dirige a Pániker diciendo "el Fundador te sacó de la obra en el 62" y lo compara con la expulsión de María del Carmen Tapia en el “66”. Y luego, en la página 31 insiste en el mismo dato cronológico, cuando compara el proceso a que fue sometido Pániker, igual que sucedió con María del Carmen Tapiaunos años después”.

Pues bien, es falso que Pániker saliera de la Obra años antes que María del Carmen Tapia, porque resulta que salió después. En realidad, muy pocas semanas después (Maria del Carmen el 31 de mayo de 1966 y Pániker el 21 de junio).

Pero el colmo está en la inconsistencia interna del propio libro, que da como fecha de la salida de Pániker 1962 y al mismo tiempo sitúa todo el proceso de su expulsión durante el pontificado de Pablo VI (que fue elegido en 1963). No puede haber chapuza más lamentable.

      

     4) También está plagada de errores la explicación de los últimos sucesos desencadenantes de la salida de Pániker. En la página 30 se dice el motivo fue su viaje a Jerusalén (estamos en 1966) para una reunión ecuménica en el instituto teológico de Tantur; pero el instituto Tantur no fue fundado oficialmente hasta 1972. Esto todavía podía tener una excusa, porque la fundación de este instituto estuvo precedida por una serie de reuniones previas de promoción del mismo.

Pero resulta que esta reunión de 1966 no tuvo lugar en Jerusalén, como erróneamente dice Luise: “en nombre de Pablo VI, se me pidió acercarme a Jerusalén” e insiste “allí en Jerusalén recibí un mensaje de Roma”. Como explica Maciej Belawski documentadamente, la reunión tuvo lugar en Zúrich.

Ignoro totalmente si en alguna otra ocasión Pániker había viajado a Jerusalén para participar en anteriores reuniones promocionales del instituto (hubo una en octubre de 1963 y otra en enero 1964); ignoro incluso si esas reuniones tuvieron lugar en Jerusalén, que por entonces era una ciudad “dividida”. De ser así, el error de Luise podría tener algún atenuante (confundiría épocas); pero, visto lo visto, me inclino por la negativa.

 

         5) Tampoco es verdad que el último enfado de Escrivá se debiera a que Pániker hubiera acudido a la reunión ecuménica (supuestamente en Jerusalén) sin permiso. Porque Pániker había obtenido permiso para viajar desde la India a Zúrich y asistir a esa reunión; y por cierto se le había negado totalmente el permiso para proseguir el viaje a Alemania, París, España y Roma, como pretendía, prohibición que respetó.

Según Belawski, la llamada de Escrivá se debió en realidad a determinados rumores en algunos ambientes eclesiásticos de su relación con una joven francesa (con la que parece que mantenía una simple relación académica).

 

          6) También es falso el episodio que narra Luise en la página 31 de hallarse Pániker “en prisión” en esos últimos días en una casa de Roma (de la que no se acuerda) y “tus amigos Enrico Castelli, Carlo Brutti y Gianni Mattioli iban bajo la ventana de aquella casa para recoger los paquetes de libros y documentos que tu les pasabas desde la ventana con una cuerda”.

Un episodio solo ligeramente parecido tuvo lugar años antes, pero tampoco coinciden ni el lugar ni los protagonistas. En 1963 Pániker había sido destinado/desterrado por los directores de la Obra a Milán, después de haberle hecho una “admonición canónica”. A principios de 1964 su amigo Carlo Brutti (solo él) acude a Milán para que Pániker participe en un retiro espiritual, pero no puede porque debe viajar (por orden de los directores) inmediatamente a Roma; y es entonces cuando Pániker le pide a Brutti que se presente en la residencia de Milán al día siguiente a las cinco de la madrugada y por la ventana con una cuerda le da una maleta llena de libros y documentos (lo que ocurre en una única ocasión); y así viajan los dos a Roma, donde Pániker se va a Bruno Buozzi y Brutti se queda con la maleta para guardársela.

 

En suma, parece que Luise “ha oído campanas y no sabe dónde”. Y esto por no decir que se lo ha inventado casi todo. Estoy decepcionado: ya tenemos bastante con las innumerables mentiras del Opus Dei, para tener que soportar además las mentiras de los que lo critican. Por todo ello me atrevo a sugerir a Agustina que, si no es mucho trabajo, ponga una advertencia en la entrada correspondiente de 24 de agosto de 2011, alertando de la falta de autenticidad de lo que se dice en el libro y el carácter ficticio de la supuesta entrevista.

 

Sobre Opuslibros

 

Estoy pidiéndole a Agustina que asuma más trabajo y me doy cuenta de la difícil situación financiera de esta página. Según el presupuesto, a 30 de septiembre habría que haber recaudado 12.750 euros, por lo que a día de hoy hay un déficit de más de 4.000 euros, que inexcusablemente habrá tenido que pagar Agustina.

Me atrevo a compartir con vosotros las impresiones que tengo. Estas páginas “se alojan” en un Servidor, y generan unos gastos que supongo que son proporcionales al volumen de información almacenada y al número de visitas que tiene la página. Los pagos han de realizarse con periodicidad. Y no se puede esperar a pagarlo todo al final del año. Si dejas de pagar algún plazo se interrumpe el servicio y “desaparece” la página.

En su día pensé que si un centenar de lectores de Opuslibros contribuyéramos con un 1% (que son 170 euros al año) la cosa podría salir adelante sin problemas, pero está resultando un poco más difícil de lo que yo creía.

Este año ya he aportado mi 1% pero como no es suficiente me parece que a partir de ahora voy a tener que contribuir además por palabra publicada. Me voy a poner la tarifa más barata posible: 1 céntimo de euro por palabra. Este escrito contiene aproximadamente 2200 palabras, lo que hace 22 euros.

Estoy intentando animar con un poco de humor a los “contribuyentes”, pero lo de los 22 euros va en serio. ¡Agustina, cuenta con ellos!

 

Sobre las numerarias auxiliares

 

Uno de los escritos enlazados por Agustina el pasado día 30 de septiembre es el de lau (Laura), numeraria auxiliar, que nos dice “Tantos años de tanta diferencia social que yo veía normal, porque pensaba que si yo era sirvienta era lógico que tuviéramos vajilla diferente [y] que comiéramos una comida de inferior calidad que las señoritas”.

Recuerdo la sorpresa que me causó conocer en Opuslibros que las auxiliares tenían habitaciones diferentes, ropa y vajilla diferente, y comida diferente. En mi ingenuidad, mientras pertenecí al Opus Dei, yo siempre había supuesto que la única diferencia entre una numeraria y una auxiliar (que también es numeraria) era el tipo de trabajo profesional a que se dedicaban; ya me parecía suficiente sacrificio el que no iba a tener un reconocimiento social, a diferencia del que pudiera tener una médico o una profesora universitaria. Pero pensaba que vivían todas en la misma casa y bajo un mismo régimen, igual que los numerarios varones, que no se diferencian en ropa y comida de los demás, sea cual sea su trabajo (o se hallen temporalmente en paro).

 

No hace mucho comenté esto y mi disgusto con un sacerdote de la Obra, con encargos de gobierno en la sección femenina. Me respondió que estas diferencias habían existido solo durante una época, pero que esto había cambiado. Dudé de su respuesta, pero no me atreví a decírselo a la cara porque no quise parecer ofensivo y pensé que había una posibilidad (aunque pequeña) de lo que me decía fuera cierto.

Hoy lo he recordado y pregunto a las que conozcáis bien como son las cosas ahora o hace pocos años. ¿Es verdad que las numerarias auxiliares ya no sufren ahora distinciones de ropa, vajilla, comida, mobiliario, etcétera? ¿Están mezcladas con las demás numerarias de una misma casa?.

 

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