Corregir al que yerra; 15 consejos para el Opus Dei (sin acritud).- Orange
Fecha Monday, 10 October 2016
Tema 070. Costumbres y Praxis


Muchos miembros del Opus Dei se pasan las horas y los días dándose consejos los unos a los otros y dándoselos a los demás sin que nadie se los pida. Pues bien, hoy, he querido yo darle unos consejos directos a mis amigos de la Obra y se los voy a dar porque me da la gana, que como ellos mejor que nadie saben, es la razón más sobrenatural. Y ahora que tanto se nos recomiendan las Obras de Misericordia, me he fijado en un par de ellas: dar buen consejo al que lo necesita y corregir al que yerra. Así que, queridos amigos y amigas, tened la bondad de escuchar a quien no desea más que vuestro bien. Puede que resulte duro en algunas cosas, como duro es el gesto del cirujano sanador, porque la verdad no siempre es agradable, al contrario de la lisonja. Me he permitido enumerar mis consejos de la manera siguiente...



1) La Obra no puede ni debe imponer a sus miembros más cargas de las necesarias (cfr. Hechos 15,28),es decir, más de las que figuran en los Estatutos aprobados por la Santa Sede. No puede saltarse el Derecho. La más importante de ellas es la referente a los abusos cometidos en la forma de llevar dirección espiritual, que originó una llamada de atención por parte de la Santa Sede y que tuvo por respuesta una carta algo ambigua y en ciertos pasajes falta de valentía del Prelado Echevarría. Este hombre intentó  nadar y guardar la ropa y en un ten con ten, camuflar la verdad con la mentira. No reconoció claramente los hechos. Fue taimado. Y fue tibio en su falta de resolución. Y eso, en un hombre de su responsabilidad es grave. Por un lado dijo que la labor de gobierno en la Obra es independiente de la de dirección espiritual, lo cual todos sabemos que es sencillamente mentira. Y por otro, que "las informaciones personales y de conciencia obtenidas por la Obra respetan la privacidad, el secreto y la intimidad propias de tan delicada materia”, lo cual es falso de toda falsedad.

2) Señores del Consejo: tenéis que prohibir de una vez clara y taxativamente al director espiritual y al sacerdote que hagan el más mínimo comentario de la vida personal ni de la vida interior del miembro con n-a-d-i-e, bajo la amenaza de destitución con oprobio del cargo que ocupen, salvo que el miembro les conceda autorización expresa y solo para el tema autorizado. Y se acabo eso de escribir en papeles o en los ordenadores sobre estos asuntos.

3) Señores del Consejo, por simple decencia y hombría de bien deberíais devolver a cada miembro, todos los documentos escritos en forma de informes de conciencia en los que se viole su intimidad, junto con una carta pidiéndoles excusas por los atropellos cometidos. Porque la intimidad de las almas es algo muy serio y vosotros habéis jugado ya demasiado tiempo con ellas. Y ese tiempo se ha acabado.

4) "Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza" (Mt 8:20). "¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios! Le resulta más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios". (Mc 10: 23 y 25). El Maestro nada tuvo. Vosotros tenéis una impresionante cantidad de propiedades inmobiliarias, riquezas y dinero por todo el mundo. ¿No os parece que algo va mal?... ¿No os parece que tenéis el mismo problema que el camello? Deberíais disponer, como demostración de que a la Obra no la consume una irrefrenable avidez de riquezas, que por ejemplo, los numerarios guarden para sus necesidades el dinero que crean conveniente de lo que ganan con su sudor, su trabajo y su esfuerzo y entreguen a la Obra el dinero que voluntariamente deseen (con el lógico mínimo para no ser deficitarios). Eso lo dicen los Estatutos, no es invento mío. La Obra debería extender recibos de las cantidades entregadas en aras de la transparencia y del adecuado tratamiento fiscal de estas transacciones. Deberíais suprimir también la humillante cuenta de gastos, que trata a los numerarios como a gentes que no fueran de fiar.

Y continuando con lo de las zorras, tenéis que acabar de una vez con uno de los mayores abusos que sufren numerarios y agregados: el económico. Está en contra de lo aprobado por la Santa Sede, de los Estatutos, de la libertad y del sentido común lo de exigir la entrega del salario completo. Además, hay cosas grotescas, como el hecho de que les digáis que tienen libertad para hacer testamento... y luego se lo dais redactado, y además diciéndoles que no lo pueden cambiar. Y que deben entregar una copia a los directores, que harán todo tipo de presiones y tomarán represalias para que el testamento sea el que interesa a la Obra. Y para colmo de los despropósitos, todos sabemos que D. José María Escriba Albas no hizo testamento. Numerarios y agregados con una vida profesional brillante pasan a la vuelta de 30-40 años de expolio económico, estrecheces impropias de su posición y de su categoría. Pero no lo entienden porque ven que hay una gran cantidad de dinero circulante que es suyo con el que la Obra realiza muchos gastos superfluos y estrambóticos de los que nadie les informa y se enteran por casualidad .No están de acuerdo, al mismo tiempo que sufren unas limitaciones injustas y abusivas. Y además, a los supernumerarios los extorsionáis en las charlas apretándoles las clavijas para sacarles cada vez más y más dinero con la velada y sutil sugerencia de que su falta de generosidad la pagarían en la vida eterna si no llenaran a tope los bolsillos del Opus Dei, que se supone que debería desear no tener ni donde recostar la cabeza.

5) Con los miembros que dediquéis a labores internas debéis cumplir siempre con la legalidad: contrato laboral y seguridad social, para que se vea la carismática mentalidad laical tan propia de la Obra y que se vea también que cumplís con vuestras obligaciones sociales de las que os examináis todas las semanas en el circulo breve.

6) Hoy día, todo el mundo un justificante legal escrito cuando compra unas berenjenas en Carrefour. Pues bien, dada la importancia jurídica que tienen las diferentes incorporaciones a la Obra, es inadmisible que los miembros no reciban documento escrito alguno que las acredite. Y de igual modo, otro, cuando se marchen de la prelatura. Por cierto, que cuando un fiel salga de la prelatura deberíais darle, sacándolo de los ríos de dinero que circulan por las cajas fuertes del Opus Dei, el triple del salario mínimo durante al menos dos años, como acto de mínima justicia y caridad, así como muestra de la generosidad y categoría humana de una institución tan supuestamente prestigiosa como el Opus Dei. De eso hay muchas quejas. El Opus Dei, aunque solo fuese por mero sentido del decoro, debe estar alejado de todo atisbo de cicatería y comportamiento miserable y debe brillar por su generosidad. Eso solo sería un simple ejercicio de veracidad, transparencia y justicia.

7) Que los directores usen, por favor, al menos una parte del cerebro que Dios les ha dado e impidan la realización de correcciones fraternas sobre cuestiones banales, nimias, estúpidas, superficiales e intrascendentes, es decir, ¡¡no a las correcciones fraternas por autenticas chorradas!!  Porque molestan innecesariamente y fastidian la convivencia. Es de manual. Que los miembros tengan derecho de réplica ante el director, ante el corrector y ante el obispo si se les hace una corrección fraterna con la que estén en desacuerdo o la consideren ofensiva o injusta.

8) Que los directores, por elemental caridad, estén atentos y eviten que ocurra cualquier tipo de acoso, persecución, mobbing, bullying o marginación de los miembros. Cualquier miembro que se vea en esas circunstancias tiene perfecto derecho a denunciarlas ante el obispo o, en su caso, ante la autoridad judicial para que no puedan ocurrir nunca más, casos tan espeluznantes como los de Dña. Maria del Carmen Tapia ( q.e.p.d.), obra del fundador con la colaboración del entonces amanuense Echevarría, o el de D. Antonio Petit ( q.e.p.d.), obra del prelado Echavarría

9) Que la Obra ordene que las mujeres numerarias duerman en camas normales, pues son personas normales y no animales como para dormir en tablas. Es una intolerable vejación sexista. Y debéis de pedirles perdón porque esa despótica costumbre se debió a una manía de la retorcida mentalidad del fundador, continuada por sus sucesores, (mientras que tanto él como ellos bien que dormían y duermen en confortables camas ).

10) La Obra debe animar a todos sus miembros a que asistan a todas las reuniones decentes de sus familiares y amigos a las que sean invitados como muestra de genuina mentalidad laical y de comportamiento normal de personas que viven en medio del mundo. Y debe reconocer que la disposición contraria era más bien muestra de una mentalidad monjil o frailuna. Que la Obra anime a todos sus miembros a que asistan a espectáculos públicos decorosos y actos sociales decentes que deseen, como otra muestra de la práctica de la mentalidad laical de cristianos corrientes.

11) Que la Obra, considerando a sus miembros personas maduras y responsables y no personas infantiloides, dispondrá que puedan leer todo lo que deseen y que solo hagan consultas sobre la moralidad de las lecturas cuando su conciencia se lo dicte. Y que los inquisitoriales directores "supuestos dueños de la moral absoluta" busquen otra utilidad al dedo índice, dedicándolo a otros menesteres.

12) La Obra debe reconocer el derecho que sus miembros tienen como católicos a confesarse con el sacerdote que ellos decidan, sea de la Obra o no. Es un derecho.

13) La Obra debe impedir a sus miembros el seguir practicando con sus amigos el proselitismo coactivo, que es un error de manual. A ver cuando se empieza a entender en esa prelatura que el proselitismo en la Iglesia ocurre espontáneamente por atracción (por lo atrayente que es una verdadera vida cristiana) y nunca debe hacerse por coacción, empujando y violentando la conciencia. Vamos, vamos, que no es tan difícil de entender. El proselitismo por atracción, que se ha vivido en la Iglesia desde los tiempos apostólicos, recientemente ha sido recordado por los papas Benedicto XVI y Francisco y está en total contraposición con las erróneas directrices que el fundador dispuso sobre esta materia y que sus sucesores mantienen por simple manía inmovilista e irracional basados en el solo argumento de sostenella y no enmendalla, con lo inteligentes que dicen que son todos los miembros del Consejo y todos sus Vicarios. Así que a ver si corregimos ya, de una vez, este asunto.

14) Asimismo es indigno e impresentable que los miembros de la Obra coaccionen a personas menores de edad por motivos proselitistas y mucho menos sin el consentimiento de sus padres. Y la solución no es presionar a los niños desde los doce años sino reflexionar sobre las malas praxis de diverso tipo que cometéis y resolverlas.

15) Por último, queridos directores y fieles de la prelatura: Al deciros las verdades sobre los temas que están mal, que son patológicos en la estructura de la Obra, solo pretendo vuestro bien personal, vuestra mejora y vuestra mayor felicidad. Paz y bien.

Orange.







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