Conversación de un numerario con su sobrino.- Entregado
Fecha Monday, 24 October 2016
Tema 040. Después de marcharse


Para que os riáis un poquito...

-“¡Hombreeee! Pepe! Qué talllll? ¿Cuánto tiempo? ¿Ya te has casado?”

-“no, la verdad es que no”,

 -“bueno, eso tú no te preocupes que yo conozco un sacerdote (muy santo por cierto, da unas meditaciones increiiibles) que atiende el grupo de la sección femenina y eso está hecho, ¿eh?”

-“Ya, pero es que yo tengo una depresión y…”

-“Nada, nada eso ni lo pienses, son pájaros en la cabeza, si tú dejaste de ser numerario (tenías muy buena disposición) pero como tu enfermedad “era algo de Dios” pues ya se veía que lo tuyo es el matrimonio; eso con un poco de ayuda de uno de nuestros médicos de la cabeza y unas pastillitas mágicas se arregla, ¿cuándo te vienes de curso de retiro?”...



-“no, yo ya dejé la obra”

-“Ya pero, como estás llamado a ser santo, no vas a dejarlo del todo, y además es un dinerito para la hucha que ya sabemos que va a labores MUUUy necesitadas. Bueno, unas más que otras, porque vivimos en unos palacetes bien majos, pero, como te digo, que el dinerito viene bien”

-“Sí, pero es que como te digo, yo no sigo ese camino…”

-“Ya, pero bueno, eso es algo pasajero, y no te creas que no me tomo tu sufrimiento en serio, ¿eh? Que yo soy muy comprensivo, libertad de las conciencias, que ya lo decía… “ya sabes quién”. Pero tú vente, que te vendrá muy bien hombre”

-“Ya, pero es que yo creo más en el discernimiento de espíritus de san Ignacio y en cómo Dios nos habla al corazón”

-“Hombre, por supuesto, si ya lo decía “YA SABES QUIÉN”, que el discernimiento es muy importante”

-“Sí pero ni lo menciona en ninguna de sus obras”

-“Ya, pero es que lo que más importa es rendir el juicio propio en obediencia (a tus directores, claro, porque a Dios, jaja, ¿cómo vas a obedecerle directamente? Como si te hablara a ti por el móvil, vamos eso mejor dejarlo de lado que hasta te da soberbia). Pero si te vienes al retiro yo te ASEGURO que estás haciendo lo correcto, porque obedeces, y EL QUE OBEDECE NO SE EQUIVOCA, vamos, eso está escrito en piedra, ¿dónde has visto tú un santo que no obedezca? (ya lo decía ya sabes quién)”

-“Sí, pero es que yo no creo que haya que ser santo, directamente, sino más bien estar disponible para Dios, y ya Él hará lo que tenga que hacer”.

-“Sí, claro, entiéndeme, si eso está muy bien, pero sin la obediencia a los directores, se acaba el juego… ¡Bueno! ¡Eso y la confesión, claro! Y cuanto más mejor ¿eh? Tú confiésate todo lo que puedas (aunque no sepas muy bien de qué) que ya estás en la autopista de la santidad, vamos a mil por hora… en los altares te veo ya”

-“Ya, pero es que me parece que no hay que instrumentalizar la confesión, tiene que ser sincera, y cada alma es diferente, no tienen / tenemos los mismos ritmos”

-“Sí, claro, todos somos diferentes, pero como todos estamos llamados a la santidad (ya sabes que esto es SOLO un versículo del evangelio, el de “sed perfectos como vuestro Padre es perfecto”, pero ¿qué más da? Si “ya sabemos quién” lo ha interpretado como virtudes heroicas y un poquito de Aristóteles en tu vida pues la cosa está clara… Nada, nada, mañana mismo llamo a mi sacerdote y le digo que te pasas por el confesionario, ¡que te vendrá muy bien! ¡ya lo verás! Si esto es solo esforzarse un poquito cada día (unas cuantas normas) y ya estamos en el cielo, directos… “

-“Ya, pero es que no comulgo mucho con esa doctrina”

-“Hombre, no me digas eso, que yo puedo ser flexible en todo ¡menos en la doctrina! Ahí no te puedo ceder nada ¿eh? Que el infierno está lleno de herejes y ya sabemos que eso no se puede tolerar. Flexibles en todo menos en las cosas de la Iglesia, (como decía ya “sabemos quién”), ahí no te puedo decir que tienes razón, pero tú vente al retiro que te lavamos la cab… digo que te ayudamos a entenderlo mejor…”.

-“Bueno, yo lo de los retiros se me da un poco mal, tengo un poco de aridez, la depresión…”

-“ya, bueno, pero es que lo de la depresión ya te digo que es de Dios, si “un triste santo es un santo triste”, como decía “ya sabemos quién”, pero si ya es enfermizo, pues nada, te tomas las pastillitas y ya no eres un triste santo. Ya supercontento, vamos, santas pascuas. Pero lo que me preocupa es que no te cases, ¿eh? Que hay muchas chicas que son ex y que también están como tú ¿eh? No te creas que eres el único. Y es mejor casarse que quemarse en los instintos bajos, ya lo decía san Pablo”

-“No, ya, si la mitad del centro de estudios se piró de allí sin que se supiera más de ellos”.

-“Bueno, sí, es que “queremos ser discretos”, ¿sabes?, que “si no estás dispuesto a luchar, coges tus maletas y te vas”… ay perdona, no quería decir eso, quería decir que es un misterio que la gente no siga, ¿sabes? Cosas del destino que no se sabe muy bien (y luego hay gente un poco orgullosa y de mal espíritu, eso hay que reconocerlo”

-“Sí, pero ¿y si esa gente tenía algo de razón? Porque muchos acabaron enfermos”

-“ya, sí, eso pasa, pero a veces es “falta de carácter”, como decía “ya sabes quién”… que la gente no quiere ser generosa y es un poco débil, y si es débil pues es que no debían haber entrado…”

-“Claro, pero es que les amenazaron porque si no entraban estaban en mal camino o eran tibios. Les decían eso”

-“Bueno, sí, un poco de temorcillo no viene mal… Si metemos un poquito de miedo al principio luego ya la cosa cambia ¿sabes? Porque como hay gente muy perdida, que lo que necesita es doctrina y orientación, pues si les metes un poquillo de miedo al principio, casi que mejor, porque si no, no avanzan en NUESTRO CAMINO, y como nuestro camino es santo y de inspiración superdivina (ya lo decía “ya sabemos quién”) pues mejor alguna pequeña amenaza que otra, para que reaccionen, que si no se nos condenan”.

-“¿Pero es que si no estás en la obra te vas a condenar?”

-“Hombre, automáticamente, pues no, ¿no? Pero si ya has conocido la obra y has entrado pues como que te vamos a querer retener un poco para que no te salgas, y claro, un poco de miedillo con el infierno pues va bien y sirve y así la gente pues se queda ¿sabes?”

-“Pero es que hay gente que piensa que ha echado su vida (y su vocación verdadera) a perder”

-“Ya, pero, no te preocupes, porque “nada cae en saco roto”, (ya lo decía “ya sabes quién”). Lo importante es que todos los que pasan por la obra se llevan algo bueno ¿un poco de sufrimiento y depresión? Bueno, sí, pero eso es de Dios, no es culpa nuestra, ya sabes, misterios de la providencia”

-“Bueno, yo lo siento pero tengo que irme”

-“Bueno, Pepe, te llamo, ¿eh? Y mañana a confesarte con mi sacerdote (QUE ES UN SANTO, da unas meditaciones, uyyyy, increíbles). Ya te llamaré yo, que te vendrá muy bien. Venga. Reza por mí, ¿eh? Que lo necesito mucho, que tengo que convertir a toda la facultad de derecho yo solo (la providencia, bueno, está ahí, pero en realidad lo hago yo todo. Y eso solo con mis buenas notas ¿eh? Que trabajo me cuestan, Pero con un poco de brillo humano pues convierto a todo el mundo, y luego decimos que son frutos de santidad y nos quedamos genial. Pero no se lo digas a nadie ¿eh? Que esto es una confidencia… Si santo es el que sabe que no lo es, y yo soy un pobre pecador (el sábado me voy a mortificar un poquito -la de la mantequilla, ya sabes-para que tú vayas al curso de retiro ¿eh? Que ya lo decía “ya sabes quién”, “oración y mortificación y luego apostolado”) Así llegamos lejos… ¡En los altares! ¡Ya te veo en los altares!”

-“bueno, adiós”

- “Pax! Pax! ¡Se dice Pax!”

Entregado
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