Comprendo el escándalo del buen Orange: Yo sospecho que nuestro Monseñor, arrellanado en la cátedra de su oratorio, rezaría algo así como: "Ya ves, Señor, lo mejor para Ti".
Ya algunos poetas antiguos -pienso ahora en Juvenal- censuraron crudamente a quienes atribuían a los dioses los vicios propios de los hombres, empezando por la codicia. Sin embargo, a la postre, también me inclino por la hipótesis del paleto nuevo rico, de los que, como Machado decía, confunden valor y precio. Eso sí, lástima de donativos dignos de mejor causa que allí fueron a parar, con tanta necesidad que hay por ahí adelante.
Pepito.