Nota enviada a los centros: Proselitismo.- Agustina
Fecha Friday, 04 November 2016
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Nota enviada recientemente a los centros

 

          1. El término proselitismo lo empleaban ya los judíos para designar las acciones encaminadas a acercar a la fe en Yaweh e incorporar al "pueblo de la Alianza" a personas que no pertenecían a Israel. De ahí pasó al lenguaje cristiano y, desde muy antiguo, designa el celo apostólico por anunciar a Cristo e incorporar nuevos fieles a la Iglesia, o bien por aproximarlos a las instituciones surgidas en su seno.

          2. En ese mismo sentido lo usó san Josemaría, desde los comienzos del Opus Dei. Buscaba poner de relieve tanto la profundidad del afán apostólico, como el hecho de que no somos nosotros sino Dios quien llama: evidentemente las decisiones que determinan el rumbo de una vida, ha de tomarlas cada uno personalmente, con libertad, sin coacción ni presión de ningún tipo (cfr. Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, n. 104).

          3. En estos últimos decenios, se ha ido generalizando otra acepción de ese vocablo, para describir determinadas actuaciones con las que se pretende atraer hacia el propio grupo con el uso de violencia, de engaño, de coerción o de otros modos que fuerzan la conciencia o manipulan la libertad. Naturalmente, ese modo de actuar es ajeno al espíritu cristiano y totalmente reprobable. A esa acepción negativa se han referido en varias ocasiones los últimos Pontífices al afirmar, por ejemplo, que "nuestra fe no la imponemos a nadie; semejante género de proselitismo es contrario al cristianismo" (Benedicto XVI, Homilía, 10-IX-2006) o que "la Iglesia no crece por proselitismo sino por atracción" (Francisco, Evangeliigaudium, n. 14, citando a Benedicto XVI, Homilía, 13-V-2007).

          4. Teniendo en cuenta el uso cada vez más difundido del sentido negativo de la palabra proselitismo, conviene utilizar modos de decir alternativos que, en cada idioma, expresen el contenido positivo original. Algunas opciones pueden ser: plantear la llamada, ayudar a descubrir el camino que Dios quiere para cada uno, invitar a plantearse la propia vocación, discernimiento vocacional, apostolado vocacional, despertar el sentido de misión, etc. Las lenguas son cambiantes y, por esto, es frecuente que haya palabras que dejen de tener un significado unívoco e, incluso, adquieran un significado contrario al original.

          5. En el capítulo "Proselitismo" de Camino, a partir de ahora, se incluirá la siguiente nota aclaratoria: "Tradicionalmente en la Iglesia —y en este sentido lo usan muchos autores espirituales, entre otros, san Josemaría— se ha empleado el término "proselitismo" como sinónimo de apostolado o evangelización: labor que se caracteriza, entre otras cosas, por un completo respeto de la libertad, que aleja de la acepción negativa que este vocablo ha tomado en los últimos años del siglo XX. En el surco de esa tradición, san Josemaría utiliza aquí la palabra "proselitismo" con el significado de propuesta o invitación hecha a compañeros y amigos a compartir la llamada de Jesucristo". Para evitar confusiones o malentendidos, conviene usar explicaciones similares para transmitir a los más jóvenes el sentido positivo que tenía esta palabra en los textos de autores espirituales en los años pasados.

Madrid, 3 de octubre de 2016









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