Al hilo de las tres edades de Thelonius Monk.- Madurez
Fecha Friday, 03 March 2017
Tema 010. Testimonios


He leído el artículo de Thelonius Monk sobre las tres edades que ha pasado la Obra: La fundacional, la edad de hielo y la de la implosión. Me ha hecho pensar. Quizás ahora venga la de la disolución, la de diluirse en el cosmos, la de morir... "Ustedes han venido con cien años de adelanto", fanfarroneaba el sacrosanto Fundador hecho santo a base de dólares y medias verdades. Ahora, Padre, les van a decir "ustedes se han quedado anclados hace cien años".

Un numerario, una numeraria, un agregado o agregada, muchísimos supernumerarios son seres extraños en un mundo que nos los asimila ni ellos asimilan este mundo. Y eso es morir. Don Álvaro..., un fiasco. Ese ministro que se había perdido España, decía el Santo a golpe de mentiras y dinero, no jodas... El de la Ley Seca, el que prohibió beber alcohol en los centros, en los cursos anuales y convivencias... Y nosotros tomábamos copas con los amigos, con la familia y... con otros numerarios lejos de los centros y descojonándonos de risa. Don Álvaro, un ser furibundo y furioso al que vi en su cara más torva en un par de reuniones para miembros de consejos locales, como loco por la falta de vocaciones y furioso con una puerta mal cerrada... Como un presidente de una multinacional al que no le salen las cuentas o un tirano al que un pequeño contratiempo le hace enloquecer de furia. Cuando vi eso, decidí marcharme.

Javichu..., tratábamos en un centro dependiente del centro de estudios a un sobrino suyo. Vino un día a Madrid, él solo, sin don Álvaro. Y se lo comentamos: don Javier, por tal sitio estamos tratando a su sobrino X. La respuesta, la respuesta de un mediocre cruel: "Pero si mi sobrino X es tontito". Y cierto, era un chaval acomplejado y con pocas luces. Pero lo tratábamos bien porque era majo y el sobrino de esta eminancia. Como dice Lázaro de Tormes: "desde entonces quísele mal". Si en vez de tener yo entonces 19 años tengo diez más le hubiera llamado miserable, hablar así de un sobrino...

A ver, Ocáriz, o arreglas esto o esto se hunde. Ya está hundido. Te voy a dar una pista, teólogo entrañable y cercano, lo haré en el próximo escrito, pero lo anticipo como lo mencioné en mi anterior escrito: aún te queda gente buena ahí dentro, aún no trastornada o zombie, numes, supers y agregatas... Y que se dan cuenta de que esto está disolviéndose y por qué se disuelve. Hablaremos, parlarem...

Madurez









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