Al hilo de lo que nos cuenta Novaliolapena sobre la gente que trabaja en Villa Tevere, me pregunto si para esos superiores no será un cargo de conciencia el tener a un montón de universitarios, en los años cruciales de su vida, manejando papeles y nada más, y perdiendo sus oportunidades de tener una “actividad profesional”, la que para el famoso santo era la columna vertebral de la vida de sus fieles y de su obra.
Es claro que esas tareas podrían hacerlas personas con menor preparación; pero –ya se sabe- tampoco el santo pasaba por un chófer que no fuera numerario y, por ende, universitario. Supongo que a unos cuantos de esos chicos, cuando ya estén quemados, les harán ver las excelencias de la vocación sacerdotal. Y así seguirá la cosa.
Pepito