No voy a contar nada nuevo que ya sabéis, pero sí quiero constatar mi agradecimiento a esta web para saber que sois muchos los que como yo sufrimos una herida profunda en el corazón que quiero cerrar y evitarla en la medida de lo posible a otros.

Nunca hubiera imaginado semejante fantochada en una institución que se dice «de la Iglesia» y no tiene en cuenta vivir según el mensaje de Cristo.

Después de dedicarle casi toda mi vida a la obra (puedes poner cuarenta y tantos), la noche anterior a marchame al curso anual fuera de mi país, me llamó la directora del centro (con la cual hacía la charla fraterna desde hacía aproximadamente cuatro años), y me dijo sin más preámbulos «que como estaba a punto de jubilarme y no vivía bien el espíritu de la obra (????) que no iban a contar conmigo para nada, que lo pensara, que no era una ayuda....».

Nunca me había hablado de esto en la charla fraterna, que como bien se ve es pura hipocresía, un postureo como dicen hoy, no tienen contestación y parece que son tus mejores amigos. Después se aplican una anestesia general, en la que la persona no significa absolutamente NADA, y aplican la guillotina sin ninguna explicación ni argumento, pero para mayor Gloria de Dios.

Gracias a Dios, no estoy triste, este varapalo me sirve para comprender un poco mejor el sufrimiento humano.

Un abrazo,

Nancy