Estimado Merak:
Agradezco tu paciencia. Esperamos tu texto, si es que te apetece escribirlo, para que nos cuentes tu relación con la Obra y así entenderte mejor.
Si lees lo que publicó Agustina (“El grito inútil y de tardío arrepentimiento por el error irreparable”) y lo comparas con las declaraciones del actual prelado vas a notar melodías muy diferentes.
Dice el prelado a la periodista Teresa Gutiérrez de Cabiedes:
“San Josemaría solía decir que guardaba afecto a todas las personas que se acercaban a la labor formativa del Opus Dei, aunque fuese por una temporada. Imagínese el afecto que conservaba hacia las personas que habían llegado a pertenecer a la Obra. Él sentía una profunda paternidad espiritual: nunca se deja de querer a un hijo o a un hermano”
Doy fe que mientras estuve en el Opus Dei no hice NADA por ayudar a quienes se fueron ni se me animó a hacerlo nunca. Doy fe, también, que al dejar la Obra, recibí el mismo trato indiferente.
No me sorprendió. Estuve décadas en la noria. Eso es lo que se enseña y es lo que se hace, pero no lo que se dice. Hay excepciones, si. Y muy justificadas, la Obra no da puntada sin hilo.
El prelado le dice a quien lo entrevista:"Imagínese". Pues eso, a poner imaginación porque de realidad, nada.
Si quieres comprender todavía más, y me parece que eso deseas honestamente, te recomiendo leer el escrito “Mi vida: otra historia que tampoco valió la pena” (serie completa).
Claro que no soy dueño de la verdad, pero si me preguntas si una cascabel es venenosa, te lo digo.
Hondo