Lo sobrenatural y la manipulación.- El Cid Campeador
Fecha Wednesday, 31 January 2018
Tema 020. Irse de la Obra


Es preferible lo posible inverosímil a lo imposible verosímil (Aristóteles)

 

Me gustaría comentar algo con respecto a la aportación de Jacinto fecha 22 de noviembre de 2017, en la que habla de las experiencias del más allá.

En mi opinión, las alusiones al ‘más allá’ o a ‘los acontecimientos sobrenaturales’ son un medio de manipulación.  En algunas instituciones este medio de manipulación es necesario para legitimar la autoridad y justificar su arbitrariedad. Este es el caso del Opus Dei. Se toman las decisiones más absurdas en base a presuntas iluminaciones, que no lo son (“he visto en la oración queeeee…………”).  Mi idea, que desarrollé en aportación del 10 de julio de 2017, es que la arbitrariedad ha destruido la Obra.

No tengo el prejuicio ilustrado de estar en contra de cualquier autoridad, pero sí pienso que, del mismo modo que fe y razón van juntas, lo mismo sucede con autoridad y razón. La obediencia no puede ser irracional ya que siempre seremos personalmente responsables de nuestros actos.

Recuerdo haber leído una editorial de crónica titulada, si no recuerdo mal, La lógica de Dios y la lógica del hombre (¿o se titulaba solo La lógica de Dios?).  No puedo estar más en desacuerdo con este acercamiento al beato Duns Scoto: la preeminencia de la voluntad sobre el entendimiento; para algunos, la esencia de Dios es la voluntad y no está ligado a la racionalidad, así que puede pedir cosas irracionales, entendidas como cosas en contra de la moral. No puedo pensar que Dios, a quien San Juan llama Logos, tenga una lógica diferente a la del hombre creado a imagen y semejanza suya. Como bien dice Ratzinger, el cristianismo encuadró a las otras religiones dentro del iluminismo y se erigió a sí misma como la religión del logos, de la razón, hasta el punto de que deberíamos vivir etsi Deus non daretur, como si no existiera Dios (Grotio y Bonhoeffer).

En conclusión: la obra chirría por todas partes y los que se empeñan en no cambiar nada por haber sido todo revelado directamente al Fundador acabarán con ella. Cualquier sugerencia es anulada por la prueba irrefutable de un papel escrito del puño y letra del Fundador, sin darse cuenta de que lo que se escribe puede ser interpretado y reinterpretado en función de las circunstancias objetivas y no de la cortedad de miras y de los intereses de unos pocos.  Supongo que será una nueva versión de la devotio ibérica: todos moriremos con el líder supremo.

Por eso tampoco estoy de acuerdo con la frase de Merak:

Me parece importante para este foro tener clara esta idea: que, en todas las empresas humanas, sean o no de inspiración divina, se debe diferenciar entre los errores personales, cometidos por un miembro del grupo, pero no previstos por la organización, y los errores de base, aquellos que se derivan de la estructura, costumbres y hábitos del grupo. 

En la obra los errores de base son la causa de los errores personales. No hay que caer en el tópico de que una cosa es la teoría y otra la práctica. Ambas van unidas. Y es que, como decía Aristóteles, no investigamos para saber qué es la virtud, sino para ser buenos. 

Así, debemos preguntarnos si es posible ser bueno en el Opus Dei. La vocación no es como un fetiche, que se recibe y se posee durante toda la vida de forma pasiva. La vocación debe desarrollarse, cada uno es responsable personalmente y es necesario que busque un entorno donde sea posible; Teresa de Calcuta, cuando abandonó su convento, su antigua vocación, para seguir una nueva vocación lo llamaba la llamada dentro de la llamada.  Y así es hasta el infinito, digo yo como matemático: la llamada dentro de la llamada, dentro de la llamada, dentro de la llamada… cada momento una llamada, como las muñecas rusas, que lleva dentro otra muñeca, pero al revés, porque cada muñeca te hace más grande.  Son las circunstancias que nos rodean las que deben llevarnos a Dios, y esas circunstancias cambian. 

En el escrito mencionado, que titulé Qué buen vasallo, si oviesse buen señor, quería transmitir la idea de que en la relación contractual de sus miembros laicos con la Prelatura ha fallado la Prelatura. ¿Qué haces si estás casado y tu mujer se va con otro? Pues no se me ocurren muchas cosas: te fastidias. Pero ello no te imposibilita para cumplir tu vocación cristiana, como afirma temerariamente Merak.

Yo no he perdido la vocación, como dice Merak. El Opus Dei se ha corrompido y, antes de perder mi salud física y mental, he decidido salir a buscar aire puro y agua pura, un entorno donde pueda realizar mi vocación cristiana. Las explicaciones no las tengo que dar yo. En todo caso, soy responsable solo ante Dios.

Y los sucedidos sobrenaturales que me han contado no es un argumento para continuar en la organización.

Hablando de la inutilidad de los directores con un Consiliario (o Vicario Regional) me dio la razón, y me citó un refrán que, decía, aplicaba el Fundador a este problema: “hay que arar con los bueyes que se tienen”. No quiero ser arado de unos bueyes que me llevan al precipicio.

El Cid Campeador









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