Agregado con novia.- Cyrano
Fecha Friday, 16 February 2018
Tema 076. Agregados


El agregado con novia es una de esas figuras entrañables que produce el Opus Dei. Y no me refiero a un recién pitado que “no se entera” sino a un profesional con anillo de fidelidad.

 

Yo tuve la suerte de hacer la charla con uno durante una temporada larga. Evidentemente en ese momento no conocía su realidad pero algún tiempo después de mi dimisión me enteré y supe que su relación había sido cosa de años. Ya se sabe que “no hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido” (cfr. Lc 12, 2). Una digresión: obsérvese el empaque que le da la cita a mi escrito... aunque no abusaré para no atentar contra el segundo mandamiento.

 

Finalmente, nuestro agregado con novia también dejó la cosa y, como es natural, se casó con su chica de toda la vida.

 

No voy a juzgar a esta persona porque eso es tarea exclusiva de Dios. Tampoco le recetaré rejalgar. En todo caso me resulta simpático el asunto. Recuerdo que siempre fue absolutamente ortodoxo en sus consejos aunque él no se los aplicara, y eso me parece muy meritorio.

 

Lo que sí quiero denunciar es el ojo clínico de los directores. Vaya agujero de seguridad. Tanto informe de conciencia: del celador, del director del centro, del confesor ordinario y del extraordinario, del cura del curso de retiro, etc., y se nos cuela un agregado con novia.

 

Se supone que la relación con el Opus Dei es un contrato donde el fiel da todo y la Obra proporciona una específica atención espiritual. Ya se ve que esto es un poco asimétrico pero tomándolo por bueno, parece que la figura “celador agregado con novia” supone un fraude contractual por parte de la Obra.

 

¿Qué valor tienen los informes de conciencia evacuados por el “celador agregado con novia”? Creo que es obvio que valor nulo. Ahora bien, el gobierno de la Obra, su inmensa burocracia, funciona sobre la base de estos informes que además acompañan a cada fiel de por vida y de manera acumulativa. Es decir, desde que uno pita hasta que se va por defunción o por dimisión, acarrea de centro en centro un expediente inmutable sin prescripción alguna. Si le anotaron un B10-III-28 cuando tenía 15 años, ahí estará para la posteridad. Para los miembros del Opus Dei no hay redención. En todo caso hay discreción, es decir, la docena larga de directores que conoce tú expediente hará como si no lo hubiera visto nunca.

 

Jesús no le abrió expediente a la mujer adúltera ni a nadie. ¿De qué sirve tanta burocracia, tanto director, tanto oficial de delegación y comisión, tanto encargo interno? ¿Qué valor tienen los informes de unos y de otros, burócratas de conciencias ajenas? La respuesta es que son un mecanismo de poder. Una estructura (¿de pecado?) cuyo fin es el control de otros a mayor gloria de la institución que al fin es lo único que importa.

 

Volviendo al caso del agregado con novia, recuerdo que este ex-hermano era de esos que llevan la etiqueta de clase A. Ya sabemos que en el Opus Dei hay categorías aunque se diga que no se hace acepción de personas. Esta es otra de sus grandes contradicciones.

 

Pues eso, clase A, enchufadillo, ojito derecho, ejemplo de “no enterados”, celador, secretario de centro y con novia. ¡Un crack! Y la “madreguapa” sorda, ciega y tonta.

 

Cyrano









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