¡No tener vergüenza!.- Salypimienta
Fecha Friday, 27 April 2018
Tema 040. Después de marcharse


¡Es el colmo del descaro y la desvergüenza! Por no hablar del mal gusto la nulacaridad, la falta de sentido común y la poca elegancia que ahora la Obra quiera ‘repescar’ y reconciliarse con los exes. No sé si el estado de obnubilación en el que viven esas personas es tal que no se dan cuenta de que casi todos los que salimos no queremos que se nos acerquen, ni tener el más mínimo contacto con ellos. O en su infinita arrogancia creen que lo que buscamos es que nos reintegren al Opus Dei para volver a ser felices y por eso están dando su brazo a torcer.

Creo que muy pocos de los “ex” están interesados en tener cualquier tipo de contacto con la Obra. Yo en particular, no me acercaría ni aunque me pagaran. Es más, antes me metería a un antro que a un centro, ni siquiera para ir al baño en un caso de urgencia.

Acercarse de nuevo al Opus Dei sería como el caso de una mujer maltratada que regresara con el marido después de que este le pidiera perdón tras una golpiza.

Quizá los mandamases han pensado que recuperando a los “ex”, también puedan recuperar sus tiempos de gloria, cuando todos los centros de estudios estaban llenos, cuando los pitajes se sucedían uno tras otro y los retiros mensuales llenaban los centros de bote en bote. Eso ya sabemos que no va a suceder. Podría llegar a pasar remotamente si el Opus Dei tuviera una reforma total, y también sabemos que eso no va a suceder, por lo menos mientras queden ‘co-fundadores’. La influencia escrivariana haría imposible esta reforma. Lo que pensaba don Josemaría que era el espíritu fundacional, quedó grabado a fuego en sus miembros, y ese espíritu arbitrario, vengativo (recordemos la maldición del rejalgar) y rencoroso no permite que quien salió regrese por la puerta grande. Tan nos lo hicieron saber, que yo creo que a nadie en su sano juicio le pase por la cabeza regresar.

También puede ser que como ahora el Opus Dei es infinitamente humilde y modesto, tal como nos lo ha hecho saber Mauro Leonardi, quieran que nos acerquemos a la Obra para que nos pidan perdón por todo el sufrimiento que nos hicieron pasar. Para pagarnos por todos los trabajos que hicimos sin recibir un centavo y para rectificar en todas las marranadas que dijeron de cada uno de nosotros cuando nos fuimos, levantando falsos para quedar ellos como los santos y nosotros como los pecadores.

Yo más bien creo que la Obra está buscando acercamiento con los que nos fuimos porque se han dado cuenta de que ya se les acabó el chollo y que toda la basura que han escondido durante casi cien años debajo del tapete, se ha desbordado y ha salido a la superficie.

El padre EscribáyAlbás, en su santísima genialidad profética nunca contó con que iba a existir el internet y tampoco con que tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe. Que vendría un Papa que no estaba dispuesto a bailar al son que le tocaran por más dinero que el Opus Dei invirtiera en comprar favores. Que le iba a tocar la época en la que los derechos humanos serían tema cardinal en todas las cuestiones sociales y que sería muy mal vista su institución que desde la fundación se ha encargado de pisotear sin recato alguno los derechos humanos, aún los más básicos de sus miembros amparados por juegos de palabras que al ser analizados mínimamente resultan ser una total contradicción, por no decir que son una tontería absoluta: “Tener la libertad de no ser libres”; Ser contemplativos en medio del mundo”;“Hacer el apostolado de pedir viviendo la virtud de no dar” (sólo por mencionar algunas).

OpusLibros sin duda alguna ha resultado ser un quebradero de cabeza para el Opus Dei. Ellos, acostumbrados a callar a los críticos con su Apostolado de la Opinión Pública (AOP) no han podido hacer nada para callar a los que de verdad conocemos la mala praxis opusina porque la hemos padecido desde dentro, que es desde donde más se siente… Pero no sólo es eso. La cantidad de cartas que han llegado al Vaticano denunciando sus atropellos que en sus tiempos de esplendor podían desaparecer gracias a la cantidad de ‘manos negras’ que estaban dispuestas a hacer perdidizo cualquier documento incriminatorio, ahora ya no se puede. No han podido infiltrar a sus miembros en la Curia.

Tampoco contaron nunca con el hecho de que “Nada se puede ocultar bajo el sol durante mucho tiempo” y que “La verdad al final, siempre sale a relucir”.

Cómo estarán las cosas ahí dentro para que ahora salgan como buenos samaritanos en busca de las ovejas perdidas para acercarlas al rebaño. Yo, la verdad, pretendo seguir siendo una oveja negra (bueno, rosa que me gusta más), extraviada que no regresará al rebaño ni aunque el lobo me enseñe los dientes y me persiga por el monte. Y creo que así, casi todos.

Sólo de pensar en regresar a los círculos, a dar dinero sin parar, a todo el aparato mojigato y aburrido en el que la fe se vive según un guion y no según el corazón de cada quién, se me hace un nudo en el estómago.

Lo que no entienden (ni creo que lo hagan) es que cuando uno prueba la libertad, antes se deja matar que regresar al cautiverio, y como la Obra NO va a cambiar ni un ápice en nada, y el concepto libertad lo interpretan a su manera peculiar y particular, mejor ellos en sus casas, nosotros en las nuestras y Dios en las de todos.

Si sucediera el milagrazo apoteósico de que saliera la Obra a reconocer sus errores, a pedir perdón por todo el mal hecho, a desmentir todas las falsas acusaciones que ha hecho, a rectificar las injusticias y a resarcirnos materialmente de todo cuanto nos quitó, empezaría a creer que se han vuelto cristianos, pero acercarme de nuevo... ni aunque me ofrecieran el oro, el Moro y las perlas de la Virgen.

Besos a todos

Salypimienta

salypimientalaencomendada@hotmail.com









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