Unos cuantos años.
Unos cuantos países.
Una conciencia deformada.
Una adolescencia perdida.
Una familia abandonada.
Una juventud no vivida.
La ilusión de una carrera universitaria no compartida.
Unos estudios que se dilataron para poder recaudar más capital.
El primer trabajo.
Los largos silencios.
Las grandes ausencias.
La oscuridad de muchas noches.
La oscuridad de sus ojos.
Las dudas manipuladas.
El dinero robado.
Las enfermedades ignoradas.
Las medicaciones innecesarias.
La salud perdida.
El dinero robado.
¿VOCACIÓN?
Ahora: ¡patada y fuera! ¿VOCACIÓN?
Ah, me olvidaba: con mentiras y cobardía. ¿O es en orden inverso?
Eso y mucho más es el Opus
Y ya no me quedan risas en mi rostro
MAT
PD: lo que más “jode”: el visto bueno y el silencio de la Iglesia