Feliz cumpleaños a ti.- Lizzy
Fecha Wednesday, 10 October 2018
Tema 020. Irse de la Obra


Feliz cumpleaños a ti:

Como quiero a personas del Opus o ex Opus, me acuerdo del Opus. Así, lejanamente. Es como si se tratara de la existencia de agua en Marte. Los bichitos que podrían crecer en las orillas de ese mar de Marte, sería pues, el Opus para mí. No lo digo en plan despectivo. Si efectivamente existieran bichitos en Marte, yo me maravillaría en un primer momento, pero luego los olvidaría, porque no significan realmente nada para mí. Están muy muy lejos.

Sin embargo, el Opus cumplió 90 años y me produce ternura pensar en el joven de 26 años queriendo dejar tras de sí algo más que huesos. El chico hizo de todo con tal de trascender. Era un niño, José María Escriba cuando fundó el Opus, y se me antoja bueno, al menos con buena intención. Ocurre que le hicieron mucho caso los segundos y de verdad se creyó que “Dios” estaba con él. Y se hizo déspota. Y ganó poder y seguidores. Pero en principio solo quería ser santo. Piense usted que tenía 26 años, luego 36, 46, 56, 66… y hasta que murió viviendo el sueño de su vida. Tener que sostener eso requería mucha mucha mente, mucha capacidad de estructurar la realidad a través de normas, costumbres y “mística”, algo que yo traduzco a mi manera en “mentiras". Ninguna realidad se sostiene si no eres capaz de ponerle voluntad y creer en lo que haces. Y si tienes que mentirte y “hacer teatro”, pues adelante. Es admirable la capacidad de Escriba de mentirse a sí mismo y a los demás por tanto tiempo. 

Yo nunca he servido para ver la realidad sino como es realmente. Tengo imaginación, afán de trascender, pero me doy cuenta que el agua es mojada. Respiro. La gravedad me mantiene en la tierra y puedo amar el viento entre los árboles. No me digan que si hago esto o tal, me espera el cielo. O que tengo una culpa que pagar. No me cuenten ningún cuento, que no los necesito. De haber continuado en el Opus no habría perseverado después de cierta edad, y no entiendo cómo alguien puede seguir allí después de los 40 años.

Estoy por llegar a esa edad y claramente, día a día, me doy cuenta de que no me estoy haciendo más joven. Que todo pesa y todo importa, porque no soy eterna. Lo IMPORTANTE se hace evidente, y lo que no, se deja ir. ¿Qué hace una persona en el Opus después de terminada la juventud? ¿Qué puede dar a los demás y a sí misma en un ambiente así, tan pueril? Ya no es posible patear hacia un horizonte continuamente desplazado lo que no te gusta, soñar con algún cambio, con un “mañana”. Se hace evidente lo que somos, pues ya llevamos harto tiempo con nosotros mismos, y también vemos clarito lo que no queremos ser. Y así como la realidad de uno mismo se patentiza, también la de los demás. Y la de la institución a la que se pertenece. 

Queridos y queridas que están adentro, salid. La vida apesta, pero les va a encantar.

Apesta, porque después de cierta edad, las mujeres ex numerarias o ex agregadas, no podrán tener hijos. Porque todo el mundo les criticará los cumpleaños y fiestas a las que dejaron de ir por ser de Opus. Porque les dirán inconsecuentes. Porque ya no se irán derecho al cielo por hacer las normas. Porque les quedaran las marcas del cilicio y no podían usar bikinis por los rollos. Porque les costará emparejarse, buscar trabajo, que alguien les vuelca a creer algo. No sabrán qué hacer con las tarjetas de crédito, se endeudaran… porque ha pasado mucho tiempo y deben empezar de cero, como si tuvieran 20 años, pero con arrugas, canas y sobre-peso. Sin nada que mostrar: ninguna carrera, ninguna ex pareja, ningunos hijos, ninguna casa o auto… NADA.

Apesta, pero ¿quién sabe?

Lizzy B.









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