Mi nombre es Lucía Giménez, quiero referirme al escrito de Castalio especialmente, también a todas las personas que forman parte de este espacio. Fui numeraria auxiliar, n. sirvienta o como quieran llamar, en realidad era esclava porque no era libre, no podía hacer ni opinar ni pensar nada sin haber hablado con una numeraria que según el opus representan a Dios a su fundador etc. A mí me trajeron engañada yo siendo una chica con ganas de seguir estudiando el secundario, le contaron a mis padres que podía seguir mi colegio y que no se preocuparan que iba a estar como en casa. Vaya mentira, nos metieron a trabajar 16 horas seguidas, si querías hablar con tu familia debías pedir permiso, las cartas te las leían, yo hasta conseguí de mis papás y de amigos para juntar dinero para el viaje a Roma a la beatificación de Escrivá, fui tan inocente que deposité mí confianza en esas personas, aparte me aburrí mucho, andábamos en grupo visitando iglesias y nada más.
Quería aclarar que no todas las numerarias sirvientas salimos de lugares infrahumanas, espero que alguien de los numerarios/rías que los hemos servidos como señores tengan un agradecimiento hacia nosotras, la verdad que muchas han dejado la salud allí dentro, yo gracias a varias personas pude irme empezar de nuevo una vida de libertad, no tener horarios, responder por lo que hago y lo más importante no meter a Dios en fraudes, mentiras, hablando mal de las personas que se fueron del Opus. Hasta pronto.
Lucía G.