Contestando a Lucía Giménez.- Mediterráneo
Fecha Wednesday, 20 March 2019
Tema 077. Numerarias auxiliares


Lucía, por lo poco que sé, todo lo tocante a las numerarias auxiliares venía directamente de escrivá (esta minúscula, y las que siguen, son conscientes). Es sabido que la limitación de horas de sueño, la extenuación física y el control de la mente en forma de no disponer ni de un solo minuto libre al día, son mecanismos de control de las sectas. ¿Leyó escrivá algo sobre esto? No lo sé, diría que no, porque ni era tan listo como quisieron hacernos creer ni creo que se lo planteara jamás.

Lo que sí se planteó, y lo repitió hasta la saciedad, fue que las auxiliares eran la base sobre la que se edificaría todo lo demás, algo en lo que tenía toda la razón, porque a buenas horas, en aquella España, un niño de buena familia iba a plancharse una camisa, o a hacerse el desayuno. Vamos, sin las auxiliares, esa peña hubiera durado menos que el agua en un cesto, y eso escrivá sí lo vió, vaya si lo vió. Que después lo disfrazara de “llamada”, de “visión”, de “moción divina”, o del gato con botas, me da igual. La realidad es que vió que las necesitaba, y mucho, y con urgencia. Y no podían ser las niñas de la aristocracia que pedían la admisión como numerarias, porque a ver de qué una niña que había tenido servicio en su casa desde la cuna, iba a ponerse a servir, materialmente, a unos caballeros a los que no conocía, llamada de Dios o no llamada de Dios. Había que crear una base de personal de servicio y, una vez conseguida dicha base, había que consolidarla porque no podía permitirse que una sola de ellas fallara.Y qué mejor manera de atarlas que hacerlas dependientes, programarles el horario 24/7, y tenerlas siempre, eternamente, vigiladas y controladas.

Y como era “el servicio”, tenían vajilla distinta, heredaban la ropa, no comían lo mismo, no tenían habitaciones propias, se las trataba como si estuvieran mentalmente incapacitadas, se las explotaba hasta la extenuación, y trataban de usted y de “señorita” a las numerarias. Los horarios venían dados por el tipo de casa, o por los residentes de cada momento, y de la distribución de tareas y de la organización de los turnos se encargaba el consejo local; cómo tenían que vivir, cómo había que tratarlas y la consigna de no tener un solo minuto libre porque el ocio es el padre y origen de todos los vicios, eso sí venía de escrivá: “nuestropadre lo vió así”, “así fue como Dios se lo hizo ver a nuestropadre”, se repetía hasta la sinrazón.

Y claro, cuando te pones a pensar, lo primero que te viene a la cabeza es “¿qué le hizo ver Dios, que las auxiliares heredaran la ropa? ¿que no tuvieran habitación propia? ¿que había que tratarlas como inferiores? ¿eso le hizo ver Dios, en serio?”

Mediterráneo

“Las cosas que aquí se ven, ni los diablos las pensaron” – José Hernández, “Martín Fierro”.









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