El símil de la Locura.- JasonJonas
Fecha Wednesday, 25 September 2019
Tema 060. Libertad, coacción, control


Otro de los factores que veo como pilar de permanencia (actualmente cada vez menos) de los miembros del Opus Dei en la institución es un tanto curioso y/o peculiar: la Locura -o al menos cierto símil de. A mi modo de ver la locura y la paradoja del bien (de otro correo) son los dos pilares de subsistencia en el Opus Dei.

¿Cómo se le dice a un loco que está loco? Se le dice sin más, pero siempre será efímero. El loco jamás lo intuye, lo comprende, lo cuestiona o cualquier otro proceso mental que podamos enlistar (y como tal no puede aceptarlo, es incapaz de ello)...

El loco tiene un estado mental en el que todo hace sentido, hay un claro porqué de su quehacer y realidad. Por más disparatado que suene al cuerdo, para el otro hay una gran lógica perfectamente sostenible. De esta misma manera, el miembro del Opus Dei tiene ya como formulado (a manera del loco en su realidad) siempre una serie de respuestas mentales que moverán su razonamiento o su voluntad -según sea el caso- a permanecer en su realidad. Ya no es una convicción (al principio tal vez lo fue, pero después se difumina hasta desaparecer), sino una literal formulación que responde automáticamente a cualquier y mínimo cuestionamiento que altere su esquema de pensamiento (casi casi al modo de Pávlov) y que sigue sosteniendo su realidad, de la misma forma en que el loco no reconoce lo que tiene justo enfrente:

• Si decimos que están en un verdadero estado de sumisión -al que lleva el Opus Dei- el Opus Dei y su miembro lo refiere como obediencia.

• Si decimos que pierden verdaderamente su autoconciencia y viven como un autómata cumpliendo normas institucionales, el Opus Dei y su miembro lo refiere como docilidad (ponerse en las manos del agente divino para dejarse moldear a la imagen y semejanza de… Jose Maria Escribá).

• Si decimos que hay incongruencias patentes y evidentes en falta de amor al prójimo el Opus Dei y su miembro lo refiere como un erróneo conocimiento e incapacidad de todos los demás de entenderles en su vocación y sus obras.

• Y así montón de alocuciones más.

En diferentes grados de locura (de los más entregados a los que apenas pitan) lamentablemente el miembro del Opus Dei puede no tener la más mínima oportunidad ni posibilidad de darse cuenta de su estricta realidad: Todo les hace sentido, todo concuerda, en todo hay lógica. Muchos miembros del Opus Dei son como un loco en potencia, están en curso a la locura -no importa el tiempo desde su ingreso- y en ese estado mental todo cobra sensatez y una cierta estabilidad.

Como miembro entregado del Opus Dei, dirá en conciencia: “Yo no soy ningún autómata, actúo en plena libertad (libérrima dirás), y como soy libre, libre decido la obediencia y el dejarme ´moldear´ por ´otros´ a quien Dios les ha encomendado esta tarea”. Cualquier argumento verdaderamente razonable -por ejemplo los millares de esta página- los desestima sin absolutamente ningún esfuerzo de por medio, no batalla en lo absoluto para hacerlos nada: “¡Claro que pienso! -dirá- y pienso que si obedezco no me equivocaré como dice nuestro santo fundador, así lo quería el, así lo hago, mi conciencia estará sana y salva, pura, porque Dios ve lo más recóndito de nuestros corazones, así que nada de nada, a obedecer” y por tanto de allí que no se detiene ni un solo instante en considerar todas las situaciones reprobables (traperías, atropellos, canalladas y perversidades) que dicen otros que hace su “madre guapa” (así le conviene, así le hace sentido seguir adelante). No hay dialogo, no hay conversación, no hay un solo instante de reflexión… como el loco en su mundo.

Para todo, como el loco, tiene una respuesta “sensata”: “Bueno, sí, sí estoy loco, pero loco de amor por Dios, por eso mi entrega, por eso obedezco”… y así, todo hasta el final. Y en este sentido olvida, tolera, permite, anima y fomenta todo, todo, todo tipo de acción que en principio le encausa supuestamente a “hacer el bien”. Obedecer como autómata conlleva, desde mi punto de vista, algo o mucho de locura, porque ¿quién en sus cabales desea no pensar o cuestionar lo cuestionable? ¿Cuál otra igualmente aprendida formulación, con toda la “lógica” del mundo -o divina- dirá y responderá el miembro del Opus Dei? (yo aprendí muchas en mis años dentro del Opus Dei que respondía en mi mente en un microsegundo sin mayor reparo, como las de arriba descritas).

Pero él decide ser obediente -a la manera que le imponen- porque eso es parte del espíritu del Opus Dei.

Preguntas varias amigo miembro del Opus Dei: ¿Vives en el mundo? ¿Verdaderamente eres una persona común y corriente en el más puro acontecer humano? (pienso que solo “estás" en el mundo como un mero accidente de ubicación; no vives en un monasterio formal -sin demeritar al sitio- pero sí en uno cuasi). ¿No te das cuenta de que puedes ser obediente, rendirte a la voluntad de Dios y ser realmente un alma de caridad -con tus defectos y virtudes- sin necesidad de estar encasillado, aletargado, programado y viviendo algo que solo se vive en la teoría? Si no te das cuenta, puede uno pensar que tienes cierto grado de locura o que actúas de manera muy semejante al comportamiento de un loco que no ve lo que tiene justo delante de su nariz (lee más artículos de esta página, enfréntate a la realidad en la que cooperas).

Si por alguna razón sigues encontrando lógica de mantenerte férreo -estoico diríamos, aunque no te agrade esta acepción- recorriendo este tu camino, pues cada quien, pero no lleves de encuentro a otras almas en tu locura. Hoy -y desde hace luengos años- acéptalo, el Opus Dei, en su forma de vida, es una locura.

Decía un pensador: “Los hombres son tan necesariamente locos que sería estar loco de alguna otra manera el no estar loco”. Hombre, concuerdo, todos tenemos algo de locura… pero no esta clase de locura que raya literalmente en la esquizofrenia y engaño. El que “persevera” dentro de esta institución una de dos: o mantiene su locura (ciego y autómata, imposible de ver lo contrario) o vive en doble vida.

¿Qué tiene que hacer el loco para que se dé cuenta de su situación y comience su proceso de sanación? En su caso, no puede hacer nada, su sanación -si la hubiera- dependerá de otros haciendo valido el sentido de protección por el que el loco ponga en riesgo su propia integridad física o la de otros (y por ello al hospital psiquiátrico), pero en el caso tuyo, amigo miembro del Opus Dei, esto sí está en ti, lo que hace falta es tu propio razonamiento, un solo momento de lucidez que te conduzca al mundo de la cordura divina (llamémosla así). Ojalá y Dios te permita tener la fortuna de poder reconocerla cuanto antes.

JasonJonas





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