El reino de la incoherencia.- Guillermez
Fecha Wednesday, 23 October 2019
Tema 070. Costumbres y Praxis


Analizando con detalle el mensaje del Opus Dei, uno aprecia enseguida su belleza. Hacerse santo en medio del mundo, ofreciendo a Dios lo que cada uno hace de manera normal: trabajo, familia, amistades,... en medio de una alegría que se contagia a más gente de forma natural, ayudándoles a hacerse también santos. Precioso. Partiendo de un objetivo tan hermoso, ¿cómo es posible el rechazo que el Opus provoca en la sociedad, incluso entre instituciones de la propia Iglesia? ¿por qué persevera apenas un 10% de sus miembros célibes? ¿por qué produce tantos daños psicológicos entre sus ellos? ¿por qué la mayoría de los antiguos alumnos de sus colegios no matricula a sus hijos en ellos?... La respuesta es bastante compleja, pero se puede resumir en una idea: el Opus no sabe para qué existe, ni cuál es su misión. Toca todos los palos posibles. Y ello le ha llevado a un estado de incoherencia que se aprecia a kilómetros de distancia.

Veámoslo con algunos ejemplos:

- Se convirtió en Prelatura Personal en atención a sus "peculiares actividades pastorales"... cuando la llamada universal a la santidad es lo propio de la Iglesia desde el principio. A eso se dedican las diócesis, con sus parroquias... ¿Había necesidad de crear algo específico?

- Dice ser una institución para animar a ser santos a través del trabajo profesional... pero acaba siendo una organización dedicada en su mayor parte a la enseñanza, con más de 70 colegios sólo en España. Es decir, ocupando el rol que antes tenían los jesuitas, salesianos o varios tipos de monjas.

- Presume de ser una institución laical, dirigida por laicos hacia laicos... pero todos los altos directores son sacerdotes, y el Prelado (en ocasiones) obispo.

- "Somos parte de la Iglesia", predican,... pero se obliga a todos sus miembros a confesarse únicamente con sacerdotes de la Prelatura, desconfiando abiertamente de la piedad o incluso moral del resto de los curas católicos.

- "Estamos en medio del mundo"... pero hay sitios donde mejor no ir, para no contaminarse: cines, bodas, playas, conciertos, cenas con amigos, etc.

- "Somos uno más entre nuestros iguales"... pero se acaban generando guetos sólo para miembros del Opus, protegidos de la mala influencia exterior. Basta conocer los famosos "veraneos sanos" alrededor de Torreciudad, en el Tozal y los Tozalitos. Acaba habiendo un "nosotros", separado de "la gente".

- "Hay que estar entre nuestros iguales"... pero todos los viernes y fines de semana uno acaba cuidando las actividades de algún club juvenil, como monitor de tiempo libre de chavales de secundaria. ¿Es posible así estar con la gente de nuestra edad?

- "Libertad personal"... pero se anima a los supernumerarios a tener muchos hijos, y meterlos luego en los diferentes colegios y clubes que el Opus tiene por doquier.

- "Hay que actuar libremente según la propia conciencia"... pero los numerarios acaban infantilizados, pidiendo permiso para todo: para comprarse unos calzoncillos, para llegar tarde a comer, para ir a visitar a la propia familia, para ir a misa fuera del centro,...

- "Debemos tener pasión por la propia carrera profesional"... pero luego todos los numerarios acaban trabajando en colegios del Opus, o en delegaciones o comisiones regionales (trabajos internos).

- Animan a hacer apostolado de amistad... cuando la mayoría de los numerarios no tienen amigos. Tan sólo "juegan" a ser amigos de chavales en edad escolar, a los que doblan en edad.

- Una amistad de confidencia... cuando TODO lo que se cuenta a un numerario, éste acaba contándolo a otros. Bien porque sea su director, bien porque se le escape en tertulias o por los pasillos.

- Predican la responsabilidad como ciudadanos... pero luego no pagan la Seguridad Social de los numerarios que se desempeñan en trabajos internos, privándoles de esa forma de una jubilación digna.

- Avalan estudios sobre la conveniencia de la educación segregada por sexos... cuando el real motivo es que no quieren que numerarios y numerarias se crucen en la misma labor, y prefieren que cada uno tenga sus propios colegios.

- Afirman que sus colegios son propiedad de "padres preocupados por la educación de sus hijos"... cuando la realidad es que esos colegios son controlados 100% por la delegación del XX correspondiente, tanto espiritual como materialmente.

Y así podríamos seguir por horas. En definitiva, una amalgama de costumbres y aspiraciones que acaba provocando rechazo y dolor.

Guillermez









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