Sobre las Numerarias Auxiliares.- Armando
Fecha Wednesday, 06 November 2019
Tema 077. Numerarias auxiliares


Feliz otoño o primavera.

Hace mucho tiempo que no escribo en esta web, no obstante os leo casi constantemente, he dejado de hacerlo por algunos periodos de tiempo pero luego, echo un paseo por acá y en uno de esos paseos, me he topado con los escritos de Salypimienta sobre las Numerarias Auxiliares y ha venido una catarata de recuerdos al respecto.

En un centro al que estaba adscrito, cuyo lugar no quiero acordarme del nombre, se componía de dos casas, en una era la residencia y la contigua era la de la Administración. Ambas casas tenían la puerta de salida hacia la misma calle, lo cual fue subsanado cuando se construyó la residencia de planta; pero en aquel entonces, que es del tiempo que narro, la salida estaba en esa forma. Una tarde, era necesario cuidar la casa de la Administración porque unos obreros llegarían a realizar unas reparaciones en las instalaciones de agua potable y el nudo de las conexiones, estaba del lado de la Administración.

La comunicación entre ambas casas era por el comedor. Yo las había visto salir y entrar a esa sección al estar en el comedor, había una cortina pesadísima color corinto que servía para tapar la puerta que conectaba ambas casas, solía ponerme nervioso al ver que sobresalía una bandeja y una mano que intentaba correr esa cortina, en fin, que eso era lo habitual.

Resultó ser que unicamente yo podía pasar a vigilar a los obreros porque los demás tenían que hacer sus cosas. Y así fue como traspasé la cortina; del lado nuestro, estaba una mesa con la merienda puesta, lo propio en aquella casa: café, leche, bollos, pan, mermelada, mantequilla, algunas pastas y fruta. Mi sorpresa fue que al pasar al lado de ellas, junto a la cocina y al office, esta última parte era la conección directa a la casa "nuestra", había un comedor pequeño, también con la merienda puesta, demás está decir que la Administración se había ido, es decir, no había ninguna Numeraria Auxiliar. Sobre la mesa había una vajilla muy sencilla, de poca calidad en comparción a la que estaba justo al otro lado de la pared, en lugar de mantequilla, había margarina de la más barata del mercado, unos cuantos panes, dulces ¡y nada más!

Os prometo que aún siento ese nudo en el estómago que senti al ver aquello, dos casas, donde se suponía que eramos família, pero con diferencias abismales, solo el traspasar una cortina que era lo que nos separaba, aparte de la puerta claro está.

Ensimismado en esos pensamientos, sentado en una silla del comedorcito, de una calidad inferior a las que estaban en el comedor de al lado, uno de los obreros me dice que debe salir a traer otros materiales que había dejado fuera, diciéndolo y se encamina hacia la puerta de la casa de la Administración, le comuniqué que debía salir por la casa por la que había entrado, porque esa indicación me la remacharon muy mucho y así se lo comuniqué. El hombre me dijo que estaba más cerca por esa puerta que por la otra, a lo que le dije que podía ser, pero que debía salir por la puerta que yo le indicaba. Por supuesto que el señor alucinaba con aquello, no daba crédito a lo que le decía.

Comparto esta anécdota, de los recuerdos que ha despertado Salypimienta con sus relatos. Tengo muchas más anécdotas pero esta la llevaba guardada en el alma y nunca la había contado a nadie, hasta ahora.

Un abrazo

Ángel V.







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