Tengo el gusto de enviar este documento, traducción del original que se puede leer aquí. Me parece interesante y pertinente porque, aunque el documento esté firmado por una monja, es la primera vez que una jerarquía eclesial reconoce abiertamente que hay “derivas sectarias” dentro de la Iglesia Católica. No nombra a nadie, es una lista de criterios que deben servir para valorar si tal o cual comunidad religiosa está afectada de sectarismo. Ya me contaréis si hay alguno de ellos del que nos escapamos. Que yo recuerde no había problema con las vacunas, tampoco necesidad de ponérselas. Pareciera que se han leído detenidamente esta web para formular los criterios.

Lamentablemente no somos los únicos afectados por derivas sectarias. En Francia el opus dei es minúsculo en comparación con España o Méjico. Estos criterios se han elaborado a partir de la experiencia relatada por los numerosos ex miembros de congregaciones problemáticas bastante más jóvenes que el Opus Dei como puede ser Legionarios, Miles Jesu, Bienaventuranzas, Point Coeur, Comunidad de san Juan, Familia monástica de Belén, Pan de Vida, Comunidad de Nazareth, Agapetherapie, TFP y Heraldos del evangelio, Trabajadoras misioneras del Agua viva, Sodalicio, Verbo de Vida, Comunión y Liberación, Focolares… Todas son de la segunda mitad del siglo XX. Nosotros estábamos antes “sectarizando”, somos miles en España y aquí no se mueve una hoja, todo el mundo hace como que no existimos. En la Iglesia católica y fuera de ella.

Los obispos franceses han organizado una “célula de derivas sectarias”, es decir, un lugar en cada diócesis donde se puede recurrir en caso de estimar que se ha sido presa de tales derivas en una comunidad aprobada por la Iglesia.

Hay pocas excusas para seguir disimulando porque el abuso de poder en la Iglesia católica con la excusa de la divinidad de una vocación que otros te descubren se ha vuelto una auténtica pandemia. Ya no podemos decir que es incomprensible y difícil de explicar, único en el mundo. Por desgracia no somos los únicos católicos engañados y estafados en lo más íntimo que tiene una persona, su fe y su conciencia.

Es penoso observar el retraso de los jerarcas españoles en esta cuestión, preocupación por los abusos de poder en la Iglesia y posibles actuaciones, no se ve ninguna en el horizonte. Por si inspira.

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Ana Azanza