Coraline y la puerta secreta.- JasonJonas
Fecha Wednesday, 12 February 2020
Tema 030. Adolescentes y jóvenes


Aprovechado un aspecto ordinario de esparcimiento, me aventuro brevemente en el cine para hacer una pequeña reflexión sobre el Opus Dei.

Resulta que el título del correo es el nombre de una película que disfrutamos muchísimo mi hija y yo. Desde pequeña le gustó mucho esta animación (en stop-motion) acerca de una niña perspicaz y vivaracha que, en su cambio de residencia (por el trabajo de sus padres) se topa con una serie de acontecimientos y aventuras que ponen en riesgo su vida (y la de sus padres), resultado del encuentro buscado y provocado por una bruja malvada.

El libro original y la película se intitulan Coraline (en el mercado latino se le agregó “y la puerta secreta”) y, a reserva de alertar spoilers, el franco parecido que tiene esta película con el drama literal de cómo es el Opus Dei -sobre todo en alusión a su método y sistema de captación- es más que notable.

Una primera similitud es que, como la bruja, el Opus Dei busca y “provoca” encuentros, encuentros que no son producto de la natural y espontanea convivencia humana en sociedad, sino que se vale de estos únicamente como medios (supuestamente promoviendo desarrollo humano y convivencia cristiana, pero con un primer y último objetivo: la captación de miembros). En la película la bruja malvada utiliza una muñeca (muy bien zurcida y elaborada) como medio para conocer las aficiones y gustos (su forma de ser) de la persona que desea atraer, y que misteriosamente, hace llegar a la persona en cuestión. En el Opus, esa muñeca serán esos ´encuentros casuales de amigos´-se dicen ser- que claramente están ya previamente concebidos; y también todos aquellos que, de forma institucional, se traducen en sus colegios, universidades, escuelas de ´aprendizaje´, residencias para estudiantes, clubes, y un largo etc.

Otra más es que Coraline es SEDUCIDA por la bruja, en un primer y subsecuentes encuentros, mostrándole “lo más divertido de su vida” (de lo que hasta entonces significa la vida para un niño) y también mostrándole “la cara más noble de las personas” (padres y amigos, no reales, sino otros) para después, al paso de la trama, develar su verdadero propósito: adueñarse y apoderarse de ella para que la niña sea fuerza vital de su propia subsistencia (aquí también otra similitud).

La parte más representativa de este cuento es que la bruja malvada (y todos los personajes de los que se vale) no tienen ojos, sino botones… Una especia de metáfora al hecho de describir personas que ven, pero “no ven”, que actúan bajo el total dominio y coerción en el influjo de su poder (obediencia ciega, otra gran similitud). De acuerdo a la verdadera naturaleza de la bruja, la realidad termina por descubrirse lúgubre y sufrida para todos (similitud), con el dolor de las almas de niños ya “perdidos” previamente engañados por ella (exactamente igual al engaño al que multitud de personas se ven inmersas -y desde niños, que es lo más perverso- al ser captadas por el Opus Dei, con promesas de sana cristiandad, pero encaminados a una realidad palpablemente diferente).

Los niños, en su ingenuidad y nobleza, permiten a la bruja malvada “cambiar” sus ojos -entregar su alma- dejándose poner botones en su lugar. Los niños lo hacen “libremente”, la bruja “no los obliga”, y así lo deciden por lo atractivo del mundo-engaño que se les presenta (a fin de cuentas, ¿qué sabe un niño acerca de la vida?). Una más…

Otra: al principio, la bruja es de lo más amable con Coraline, incluso auto llamándose “su otra madre” (similitud), pero posteriormente aparecerá en su real ser, monstruoso, y el sufrimiento y el engaño junto a ella (hay una frase que la bruja profiere al preguntarle Coraline la primera vez que la ve: ¿Quién eres? La bruja contesta, con los mayores dotes de seducción atrayente y hasta apelando a la obviedad e ingenuidad de Coraline…: “Soy tu otra madre, tontuela…”. Tal cual sucede…).

Y así podemos encontrar varias más (por ejemplo, en cómo la bruja, por su misma naturaleza y propósito, es incapaz de NO engañar, a pesar de CONVENIR Y DAR SU PALABRA en cierto momento), pero, para no arruinar más el que alguien, por pura curiosidad o simple entretenimiento, vea la película, aquí me detengo.

La película, además de divertida para muchos, puede ser comparada con lo dicho, aunque sugiero, si ya la viste o si la ves por primera vez, que no se pierda nunca el sentido y gusto sencillo (de niños) por verla. En mi caso, puede que ocasionalmente la mire con “otros ojos”, los ojos tal vez ingenuos y esperanzados que desean no ver a nadie engañado -y menos a niños- por una bruja como la de este cuento (en comparación, puedo decir por cualquier institución sectaria con esta).

Este cuento, irreal por supuesto, lamentable y tristemente, asemeja, sí, la cruda realidad de haber sido captados como miembros del Opus Dei y la formas en las que te atrapan (así me reflejo en las circunstancias en las que “yo mismo” me incorporé al Opus Dei): esa “puerta secreta” que siempre se muestra un tanto atractiva, pero que es de la mayor doblez y falsedad en la realidad.

Como otras cosas comparables en la vida, la película y el libro no tienen absolutamente ningún vínculo con el Opus Dei, pero, si observas estas similitudes con tus circunstancias de vida (dentro o fuera del Opus o de cualquier institución sectaria), ojalá logres lo que Coraline: Librarte por siempre -con verdadera Libertad de consciencia de hijos de Dios- de lo que es malévolo.

JasonJonas







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