Carta del Prelado.- Ramana
Fecha Friday, 02 October 2020
Tema 090. Espiritualidad y ascética


Carta del Prelado con motivo de la fiesta del 2 de octubre. 92º aniversario de la Fundación del Opus.

Queridísimas hermanas, queridísimos hermanos, que Jesús nos guarde.

Os escribo como vuestro Prelado y hermano mayor, con ocasión del 92 aniversario de la fundación de la Obra de Dios llevada a cabo por nuestro Fundador, san Josemaría. Como veis, ya no deseo que me llaméis padre, pues solo hay un Padre nuestro, que está en los cielos, y es Dios nuestro Señor; a partir de ahora san Josemaría será denominado como nuestro Fundador, y Prelado el que así sea elegido por el resto de sus hermanos. Habéis leído bien: el resto de sus hermanos. Será un cargo por cinco años, renovable solo una vez. Nunca vitalicio. Corren tiempos recios, como decía santa Teresa, y especialmente para la Obra. Por eso he decidido tomar una serie de medidas que, os pido, se cumplan a partir de la recepción de esta carta...



1.- Queda prohibida toda dirección espiritual en Casa. Aquel que necesite un acompañamiento especial por motivos de formación o de conciencia, y tras pedirlo expresamente, se le asignará a un especialista formado para ello y con años de madurez espiritual y de reconocido magisterio y visión sobrenatural, con formación doctrinal, psicológica y de inteligencia emocional. Se acabó la “gracia de estado” como norma general de comportamiento. Recordad lo que dijo Jesús a los fariseos: sepulcros blanqueados que imponen a otros cargas que ellos no piensan llevar. Demos ejemplo.

2.- Quedan revocadas todas las herencias a las que obligatoriamente forzábamos al candidato a la fidelidad. Cada uno dispondrá de sus bienes y herencias familiares como mejor discierna.

3.- La elección del Prelado se hará por voto secreto entre todos aquellos miembros, varones o mujeres, que hayan hecho la fidelidad. Podrá ser prelado cualquiera que se presente, hombre o mujer.

4.- Nadie podrá hacerse miembro de la Obra antes de la mayoría de edad y, a partir de esa fecha, se establecen períodos de discernimiento para todos aquellos que se acerquen a la Obra tal y como es norma en todas las órdenes e instituciones de la Iglesia. Un primer período de seis meses desde que se pide la admisión, al cumplir 18 años, insisto, hasta que, en su caso, se produzca esta primera incorporación, a la que seguirá un período de 5 años, renovables cada año. Tras este período, el miembro decidirá, una vez asimilado, vivido y compartido el espíritu de la Obra, si se compromete definitivamente mediante la Fidelidad, para lo cual, como dije, no será necesario hacer testamento en pro de la Obra.

5.- A todos los miembros egresados, sea cual sea su condición actual y cercanía o desinterés hacia la Obra, se les pedirá perdón por el trato que se les ha infligido, los juicios que sobre ellos, y contra ellos, se hubieren vertido y por las faltas flagrantes de caridad que con ellos se hayan producido.

6.- Desde hoy desparece la categoría de Numeraria sirvienta o auxiliar. Serán ellas las que decidan si pasan a agregadas, supernumerarias o cooperadoras. A todas se les asignará una liquidación “en diferido”, acorde a los años que hayan estado trabajando gratis dentro de Casa. Y vaya nuestro agradecimiento.

7.- Viviremos la austeridad de las familias numerosas, y dejaremos la ostentación y el buscar a la cúpula para centrarnos en los más necesitados, material y espiritualmente. Los centros “ostentosos” se venderán y/o reconvertirán en labores sociales ejemplares.

8.- Salvo muy pocas excepciones, desaparecen casi todos los cargos y encargos internos. Cada miembro buscará su sustento y santidad en el trabajo en medio del mundo.

9.- Desaparece la labor con niños, no por miedo a la pederastia, sino por coherencia fundacional: volvemos al mundo universitario, de la cultura, de la intelectualidad, a dar la batalla cristiana por las ideas en medio del mundo mediante el ejemplo del trabajo profesional bien hecho y la práctica exquisita de la caridad. Se hará una revisión del plan de vida, que os comunicaré en una próxima carta. Os adelanto que se dará mucha más importancia a la contemplación, y se extirparán aquellas prácticas mecánicas y enajenantes que no sirven para la profundización en la conciencia. Se valorará mucho más, por ejemplo, la práctica de la fraternidad evidenciada en obras concretas, con la familia propia, los amigos o los hermanos de centro, que un mero recitado mecánico de cuentas en la soledad de un pasillo de espaldas al mundo y a la gente. Se apoyará la formación intelectual en general y cristiana en particular. Para ello se deroga el Índice de libros prohibidos y se aconseja encarecidamente que, quien se lo pueda permitir y tenga esa sana afición, asista a obras de teatro y otros eventos culturales de su interés.

10.- Se velará para que desaparezca la soledad de los miembros, sobre todo numerarios, y ese vivir ajenos unos a los otros en los centros, como si fueran solterones aquejados de manías y en un ambiente enrarecido.

11.- El día 1 de enero de 2021, presentaré la dimisión al cargo de Prelado y convocaré elecciones para elegir a nuestro hermano, o hermana, que llevará las riendas de la Obra los próximos 5 años.

12.- Y por último, pero no menos importante: se hará un especial seguimiento para que ni uno solo de mis hermanos descuide su trato y amor y cercanía con su familia: hermanos, padres, sobrinos. Ahí empieza nuestro apostolado, con los más próximos. Será, ahora sí de veras, un dulcísimo precepto.

Termino con una parábola de nuestro Maestro, adaptada a nuestra situación y particular vocación: En el camino había un herido, víctima de un accidente. Pasó a su lado un miembro de la Comisión, y lo hizo de largo porque tenía una reunión urgente de la labor de san Gabriel. Luego paso un cura numerario que iba a predicar a un centro. Tampoco se detuvo. Por fin paró un exmiembro, divorciado y ateo desde que dejara la Obra. Lo cuidó, lo atendió, llamó a la ambulancia y esperó hasta que llegaran a auxiliarle e incluso se prestó a ir al hospital y acompañarlo mientras encontraran allegados. ¿Quién de los tres ha sido Obra de Dios? ¿Quién de ellos ha contribuido a establecer el Reino que predicara Jesús?

Feliz dos de octubre. Nos esperan años gloriosos.

Con amor Vuestro hermano mayor F.

Ramana







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