Capacidad de destrucción (1).- Clic-Clac
Fecha Monday, 19 October 2020
Tema 020. Irse de la Obra


Queridos lectores/as:

llevo días queriendo contaros algo importante para mi. Es una de aquellas cartas de mi amigo. Esta vez pero, se trata de una buena amiga de mi amigo Javier. Esta amiga que llamaré "Luchadora" ha expuesto su caso. En anteriores ocasiones nos había hablado de la pertenencia de su hij@ a la Obra. En esta ocasión se ha sincerado con mi amigo Javier y ha sacado a flote una cantidad increïble de detalles de su hij@.

El hij@ de esta Luchadora llevaba 13 años en la Obra. Desde hace tres años los acontecimientos se precipitaron para él. Estuvo cambiando de centro pues en casi todos le habían hecho "bullyng". Fue tal el grado de desprecio hacia él que en numerosas ocasiones hubo violencia física, amén de la verbal que se le practicaba diariamente. Las burlas y vejaciones eran contínuas. El hij@ de la luchadora nunca comunicó a su familia tales sufrimientos. En un momento dado en el que la situación era insostenible,el hij@ viajó a Madrid para poder conversar con D. R.H. Pasadas dos horas en aquel lúgubre lugar, obtuvo de R.H. un permiso para residir solo en una vivienda particular. Pareció abrírsele el mundo y dejar atrás un mal sueño. Así estuvo casi dos años. Cambiando de alojamiento en dos ocasiones debido a la carestía de los alquileres.

En este período recibía formación de algunos centros en los que apenas conocía a sus numerari@s. Este período se dilató hasta casi dos años. Durante este tiempo el hij@ de La luchadora enfermó mentalmente de forma grave.

La luchadora llamó incesantemente a los director@s de centros donde había estado su hij@. Poca cosa sacó en claro, excepto que su hij@ era individualista, provocador, poco sociable,... Lo que no sabía La Luchadora era que, en numerosas ocasiones y por tiempos muy largos, su hij@ había estado postrado en la cama de su habitación sin recibir apenas cuidados de sus compañer@s de centro.

Vuelvo a avanzar en el tiempo. Mi hij@ está en su segundo piso de alquiler. Ha tenido que dejar su magnífico trabajo. Sólo frecuenta un centro de elefantes blanc@s de forma esporádica y sigue recibiendo burlas. Estamos a las puertas de la Navidad. Las llamadas de La Luchadora se suceden con más asiduidad. Largas coversaciones con personajes de cierto "peso" en la Obra. Cansados ya de llamadas, uno de estos personajes espeta a la luchadora: su hij@ tiene que abandonar la Obra. y usted debe decírselo.

Ante estas palabras La luchadora respondió que no era ella quien había inventado y creado la vocación de su hij@, sinó ell@s. El personaje de turno replicó que: el hij@ no era PRODUCTIVO para la Obra. Suerte que los enfermos "son el tesoro de la Obra" pensó La Luchadora.

Una persona desquiciada por sus "hermanos en la fe", asediada por las burlas, el maltrato verbal y físico, con enfermedades mentales graves y sin trabajo. Claro: ¿cóm va a ser productiv@? En breve el hij@ dejó el piso de alquiler y se traslado al de su familia. La única y verdadera familia. Era la vigilia de la Navidad. La luchadora, sabedora de muchas de estas visicitudes, poco antes de su llegada descubrió que durante más de un año, su hij@ estaba devolviendo varios préstamos a entidades crediticias. Debía muchos miles de € a la Obra. Aún hoy La luchadora no sabe el porqué.

Así es como regresó a su familia un hij@ sin trabajo, sin identidad, con rabia contenida, con deudas supinas, con desencanto de toda la normativa opusdeista, pero con un gran síndrome de abstinencia que le hacia desfilar por caminos de comportamiento opusiano dentro de su propio hogar. Así llegó. DESTRUÍDO.

La capacidad de la Obra para crear y esparcer destrucción es ilimitada. Si queréis podéis leer el segundo capítulo. Intentaré que mi amigo Javier me revele más datos de la GRAN Luchadora.
Gracias por leerme.

Cli-Clac

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