Al Papa no le gusta el Opus Dei.- Guillermez
Fecha Monday, 01 March 2021
Tema 125. Iglesia y Opus Dei


Queridos amigos,

Como aconsejaba el otro día Chimuelo, para posicionar OpusLibros en buscadores se recomienda usar encabezados atractivos, orientados a lectores nuevos, con palabras claves para Google. Quizás esto de que "al Papa no le gusta el Opus Dei" sea un poco tendencioso. Pero si analizamos bien los hechos que están sucediendo en la Iglesia, es la lógica conclusión.

Tengo que confesar que siempre he sentido debilidad por la diplomacia vaticana. Ese hacer sin hacer, ese mover hilos de forma sutil, sin prisas. Basta una mirada, una señal. Dejar mensajes a través de los gestos, más que de las palabras. No te digo que no te quiero, te lo muestro con cortesía. Hay que reconocer que son unos genios, 2.000 años de experiencia se notan. Y en este campo, el Papa Francisco se ha convertido en un verdadero crack. Si no, recordemos la forma con que mostró al mundo que no apreciaba demasiado a Donald Trump.

Recuerdo que cuando se eligió Papa a Bergoglio, en los mentideros internos se afirmaba que amaba "enormemente" al Opus Dei. Es más, que el mismísimo Escrivá le había hecho un milagro, sacándolo de la estepa argentina para que fuera obispo auxiliar de Buenos Aires. Según expertos en la materia, prácticamente se veía todas las semanas con Mariano Fazio, íntimos amigos. De hecho, lo nombraron número dos "por petición del propio Francisco"... No obstante, después de años de papado, hay motivos para dudar de este cariño.

Cuando escribo que "el Papa no aprecia demasiado al Opus Dei" no me baso en ninguna declaración concreta, eso nunca lo ha dicho Francisco. Sólo sumo un cúmulo de detalles sutiles que lo dan a entender. Veamos algunos de ellos para darnos cuenta:

1. A diferencia de Juan Pablo II o Benedicto, Francisco no ha nombrado obispo en 8 años a ningún sacerdote de la Prelatura del Opus Dei. Perdón, me corrijo: solamente a uno, esta semana en Suiza, con 73 años, y de carácter más bien progresista (vean las fotos para darse cuenta).

2. A los miembros de la Prelatura que ya eran obispos, el Papa les ha aceptado la renuncia a los pocos días de presentarla por motivos de edad (75 años), sin darles el tiempo de cortesía que suele ser habitual. Yo no te echo, es tu jubilación. Ahí tenemos casos tan evidentes como Cipriani, Jaume Pujol o Livieres. Aunque sea de la Santa Cruz, habría que sumar a esta lista al famoso Cardenal Sarah, cesado esta misma semana.

3. Es de todos conocido, pero Francisco aún no ha consagrado obispo a Fernando Ocáriz, y parece que no va a hacerlo, resistiéndose a todo tipo de lobby por parte de la Prelatura. Un gesto para mostrar que la Obra NO forma parte de la estructura jerárquica de la Iglesia. Muy sutil.

4. Siguiendo la estela de Joaquín Navarro-Valls, el Opus Dei encumbró durante años al numerario Gregory Burke para que fuera futuro portavoz de la Santa Sede. Lo lograron, sí, pero apenas 2 años después el Papa lo despidió sin contemplaciones, cambiando por completo cuanto había hecho.

5. En 2018, un 19 de marzo (sutil, sutil), Francisco publicó su exhortación papal Gaudete et Exultate  “sobre el llamado a la santidad en el mundo actual". Llama poderosamente la atención que en sus 128 páginas se cite a Teresa de Calcuta, Josefina Bakita, el Cura Brochero o Charles de Foucauld, pero a Escrivá no lo cite ni una sola vez, así como tampoco a ninguno de sus escritos. ¿En qué quedamos, no era "el santo de lo ordinario", el apóstol que mostró al mundo el camino a la santidad cotidiana? Se ve que no tanto.

6. Y si ya nos metemos a analizar declaraciones del Papa en estos años, podríamos encontrar cientos que apuntan directamente al modus operandi de la Prelatura. "El proselitismo hace perder la libertad, es incapaz de crear un camino religioso en libertad". "En la evangelización, el protagonista es Dios; en el proselitismo, lo es el yo". "No todo lo que dice un santo es plenamente fiel al Evangelio, no todo lo que hace es auténtico o perfecto". O su célebre: "para ser buen católico no hay que tener hijos como conejos".

Queridos amigos, creo que estamos en un tiempo para dar gracias a Dios. De verdad lo digo. Somos unos privilegiados que estamos viendo con nuestros ojos cómo salen a la luz los abusos espirituales que destrozaron nuestra juventud, y cómo la Iglesia está actuando contra ellos. Como dicen en Venezuela, "todos los muertos vuelven a la orilla". Gracias, Dios mío, por poder ser testigo de ello.

Guillermez 









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