Eso no es todo, amigos
Rebeca Diz
Cuenta Rafael López-Aliaga que “pitó” cuando tenía 18 años y era un estudiante sobresaliente en la Universidad de Piura. En la jerga del Opus Dei el verbo “pitar” se utiliza para referirse al momento en el que un “aspirante” solicita por escrito pertenecer al “club de fieles” que, en 1928 había fundado el cura Josemaría Escrivá de Balaguer. Era inicios de los años ochenta y la Obra, en plena expansión, vivía su época de oro captando jóvenes. Por aquel mismo tiempo, a miles de kilómetros de Piura, Agustina López de los Mozos, una joven madrileña que vivía en una casa del Opus, se alistaba “para escaparse”.
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Publicado en Hildebrand en sus trece