Hola Mediterráneo. Lo he pasado muy bien leyendo tu colaboración en la que narras como una importante directora salta como una serpiente cobra cuando percibe que las auxiliares quieren ser administradoras y responde: “NUNCA. La administradora siempre, siempre, siempre será una numeraria, aunque tenga que administrar cuatro casas a la vez. Esto es fun-da-cio-nal”. Eso lleva a preguntase qué es lo fundacional. Me lo había yo preguntado más de una vez y llego sólo a conclusiones provisionales.
Lo que es más superfluo e innecesario es lo que tiene más probabilidades de sobrevivir. Las llamadas Preces de la Obra podrían consistir en otras oraciones; pero estoy convencido de que no van a cambiar. Permanecerán idénticas con el paso de los años. Y lo propio pasará con lo de tomar crespillos el viernes de dolores. Es práctica fácil de cumplir. Yo diría que las cosas menos fundamentales y sacrosantas son las que tienen más posibilidades de perdurar. En cambio, las constituciones de 1950 que eran santas, perpetuas e inviolables, han sido sustituidas por otras, en 1982, que también son santas, perpetuas e inviolables. No hablemos ya de los reglamentos de 1941.
Yo creo que lo que esa directora vino en decir es que el cargo de administradora siempre estaría reservado a las numerarias. Un wishful thinkig, un confundir lo que uno desea que pase, con lo que pasará. Nos encontramos ante un tema importante y por tanto destinado al cambio. Los crespillos no cambiarán, pero lo de que el cargo de administradora no podrá ser desempañado nunca por numerarias auxiliares, tiene los días contados. ¿Por qué no van a poder desempeñarlo?
Las administradoras del Opus Dei son un remedo de las amas de llaves. Las buenas amas de llaves siempre provinieron del propio servicio doméstico. El Opus Dei o su sección femenina para captar servicio doméstico parecen dar prioridad a personas poco instruidas que a otras ilustradas, para que no les hagan sombra; para poder sentirse superiores a ellas. Así nunca habrá buen servicio doméstico. El ama de llaves tiene que salir del propio servicio doméstico.
Gervasio
