Hace muy poco presencié una escena en Misa que fue un flashback a mis épocas de numeraria.
Había tres mujeres jóvenes, dos de ellas quizás universitarias y una tercera, más grande, numeraria del Opus Dei.
Observé como esta cristiana corriente, colaboradora orgánica del Opus Dei, estaba atenta y solícita ante las necesidades de sus amigas. Miraditas, sonrisas cálidas, gestos de atención.
Recordé esta etapa de gran complicidad en la vida de las chicas que se acercan a las actividades del opus Dei y dan esperanzas de tener “vocación” al Opus Dei.
Siendo amigas, amigotas, las numerarias desplegábamos y despliegan todas sus plumas de pavo real. La directora de nuestro centro avala que salgas a tomar café, que vayas al río, a pasear, a la casa, a conocer a su familia, a divertirte haciendo planes que cualquiera hace en donde sea que uno vive.
Mirándolas ese domingo tenía ganas de decirle a las dos universitarias: chicas, si quieren mantener esta amistad, no piensen que haciéndose del Opus Dei como numerarias esta relación se va a profundizar. Todo lo contrario, el día que escribas la carta de admisión esa numeraria ya no podrá ser tu amiga y se cortarán todos los planes y salidas juntas. Chau amistad: dos numerarias no pueden ser amigas pues son “hermanas” y entre hermanas no puede haber diferencias en el trato con el resto de las que viven con ellas. Pasarás a ser “una de mi casa” si ambas se quedan en el mismo centro, o “una de casa” si no.
Una vez que esa amiga pase a ser una hermana cada vez que quieras hacer algo con ella (viviendo en el mismo centro o no), desde una salida a tomar café, una ida a hacer deporte, un paseo por el parque, salir en bicicleta o que te acompañe al médico, deberás preguntarle a las del Consejo local de tu centro. Si vive en otro centro u otra ciudad, ya estarán involucrados dos Consejos locales en dicha decisión. Te sorprenderán las respuestas.
Y el único modo de poder volver a ser amigas será cuando ambas dejen de ser numerarias pues si sólo una deja de ser del Opus Dei, a la que sigue como numeraria no dejarán que te frecuente pues no fuiste fiel a tu vocación y serás una mala influencia para ella.
Por muy normal que sea tu numeraria amiga, por muy cristiana corriente que te diga y parezca ser, su vida, puertas para adentro, se rige por las normas y costumbres del Opus Dei.
Es muy probable que si le pedís que te cuente sobre su régimen de vida, se remita a ideales generales que te parezcan atractivos y evite contarte los detalles concretos de cómo los vive y, menos aún, qué pasará con vuestra relación llegado el caso en que pidas la admisión.
Lúlu