Las almas mutiladas.- casiopea
Fecha Wednesday, 29 March 2023
Tema 040. Después de marcharse


Los bonsais son seres preciosos, mutilados.

Se requieren horas y horas de trabajo abnegado, durante años, para formar un bonsai. Trabajo no siempre valorado.

-¿Qué pasa con "x", ahora que deja el Centro de Estudios?
-Ha salido ganando. Nadie podría pagar toda la dedicación que se le ha dado.

Los bonsais buenos se forman desde el nacimiento, o quizá cuando aún son una plántula pequeña, silvestre. No es posible convertir un árbol, que rompe rocas para seguir su camino, en bonsai. Se cortan sus raíces cada cierto tiempo, con mimo. Es un proceso arriesgado, pero indispensable.

-Ahora que has pitado, hay que proteger y mimar tu vocación. No se lo digas a tus padres…

-Ve al curso anual. Siempre Dios lo primero.
-Pero mi madre murió ayer. Quiero estar con mi padre. Puedo hacer otro curso anual más adelante.
-Bien, no lo hagas entero. Ve en quince días a este que te toca.

Y ese fue el curso anual en que escribió ideas de muerte por primera vez: "una mano hay abierta en el suelo…"

Y justo al acabarlo, fue la internista numeraria, quien después de cobrar, sentenció:
-No tienes depresión. No has perdido peso, no tienes insomnio. Es inmadurez y deseos de llamar la atención.

Los bonsais bien formados tienen un tronco encorsetado con alambres. Alambres que más tarde se retiran, porque son ya innecesarios, ya han marcado una ruta.

-No estoy segura de que esta sea mi vocación. Me siento como desnudándome en una plaza cuando he de contar mi intimidad a alguien a quien no he elegido.
-No tienes un problema de vocación, sino de soberbia.


Algunos bonsais se conforman. Son tesoros para sus dueños, y eso les llena. Otros se secan por dentro, sin perder nunca la forma externa, preciosa y empequeñecida. En algunos casos, algunos arbolillos tienen suerte: cuando apenas les queda una última ramita verdecilla, alguien los saca de la casa. "No, se ve que no eras de los nuestros, no luces igual". Y entonces, al menos en un sueño, renace una vida llena de aire. Las hojas absorben desesperadas cada rayo de sol puro, las raíces se nutren sin que nadie las corte. Da igual que el árbol ya no se haga igual de grande que los otros. Fue demasiado mutilado. Pero en las noches llenas de viento, contempla la luna. Y sabe que la vida es esto nuevo, respirar libertad.

casiopea









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